La Vall fue uno de los municipios que en el 2021 pudo reactivar sus fiestas en plena pandemia. La celebración en octubre de las patronales de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo les permitió, adaptándose a las restricciones establecidas, organizar algunos actos, entre los que no estuvo uno de los más emblemáticos y que, después de dos años de espera, se produjo por fin este sábado: la proclamación de la nueva reina de las fiestas.

Maria Segarra tomó el relevo de Carmen González Royo que, de manera excepcional, ha estado al frente de las fiestas desde el 2019.

Por las razones habituales y por las excepcionales, el de ayer fue un día distinto para la comisión de las patronales. Emociones y reencuentros con el protocolo habitual de las grandes citas sociales, donde no faltaron los elementos y símbolos propios de este tipo de eventos, que pudo desarrollarse con total normalidad.

El momento culminante, como manda la tradición, fue el de la llegada al escenario del Auditori de la nueva reina, Maria Segarra, que recibió sus atributos como representante festiva de la ciudad de manos de su antecesora, bajo la atenta mirada de las integrantes de su corte de honor, Cristina, Marina, Marta y Paula.

Todas ellas fueron agasajadas por el resto de fiestas de la ciudad, y representantes de otros municipios en un acto que se organizó por la tarde –durante muchos años se realizaba por la noche– para facilitar la participación.

Una ruta por la historia

Para la ocasión, la directiva de la Sagrada Familia escogió como mantenedor a José Enrique Puchol, guía de la Vall d’Uixó. Acostumbrado a acompañar a vecinos y visitantes a través de los itinerarios del Camí de l’Aigua que trazan el relato turístico de la ciudad, Puchol invitó a los insistentes a hacer un recorrido distinto por la tradición, la que fundamenta cualquier fiesta pero que, a su modo de ver, está viva y tiene capacidad de adaptación y transformación, entre otras razones por mera supervivencia.

Con una alocución propia de quien respeta y admira la identidad de un pueblo, en este caso el suyo, el mantenedor convirtió su discurso en un paseo retrospectivo que dio sentido a cada una de las citas del programa, en las que tuvieron un protagonismo indispensable las del triduo religioso.

Con la proclamación de Maria Segarra, la Vall sigue dando pasos para recuperar la normalidad suspendida, cuando falta menos de un mes para las fiestas.