La parroquia de la Natividad de Nuestra Señora repara, por fin y a contrarreloj, la fachada del centro parroquial para que luzca en el mejor estado durante las fiestas, que empiezan el viernes.

Las obras llegan dos meses después de que una pequeña parte del exterior del inmueble (encima del balcón de la primera planta) se desprendiera «a finales de julio», lo que obligó al Ayuntamiento a instalar vallas para acordonar la zona y garantizar la seguridad en el Raval.

Así lo explica el párroco, Juan Ángel Tapiador, quien recuerda que el incidente «quedó solo en un susto» y asegura que «la actuación más urgente en el edificio estará arreglada ya el viernes». El sacerdote detalla que al producirse el desprendimiento en pleno verano, fue «difícil» empezar la reparación en el momento por la época del año y la necesidad de contar con los permisos y las catas del Ayuntamiento. La intervención, que Tapiador cifra en unos 9.000 euros, la sufragará la parroquia.

Según confirman desde el consistorio, si las obras están terminadas el viernes, los operarios municipales podrán retirar las vallas de la calle y así facilitar la entrada a uno de los accesos de la vila en las fiestas. La colocación de este mobiliario ante la falta de reparación de la fachada provocó malestar entre los vecinos e hizo que un bar vecino tuviera que reducir su terraza en la acera.