Hoy, 9 de octubre, hace justo un año que la polémica se cernió sobre el caso de los burros del Desert de les Palmes. Un proyecto piloto que aparentemente no iba a llamar demasiado la atención mediática, pero que se truncó de forma súbita por la muerte de entre 8 y 10 de los animales que estaban en el paraje de les Santes, en Cabanes.
Ya sea por desnutrición, sabotaje o una combinación de ambas, la causa se encuentra actualmente en los juzgados, en fase de instrucción, y con un investigado hasta ahora: el director del parque natural, Toni García.
Crear cortafuegos mientras pastan
Mediterráneo se hico eco el 6 de agosto del año pasado del inicio de proyecto. El objetivo era que los 50 burros que habían trasladado al paraje de les Santes limpiasen el monte para crear cortafuegos y así prevenir incendios a la vez que se alimentaban de la vegetación que había allí.
Adiós al plan porque «no funcionaba»
Solo dos meses después, el 9 de octubre, la Conselleria de Agricultura y Desarrollo Rural lo paralizó de forma abrupta porque «no funcionaba» y «no había cumplido con los objetivos». Habían aparecido imágenes aportadas por vecinos en las que se veían a los burros en claro estado de desnutrición, aunque aún no había trascendido ninguna muerte.
Se descubre la decena de muertes
El 21 de octubre se descubre, a través de una denuncia del grupo ecologista Gecen, que entre 8 y 10 de los 50 burros que estaban en el Desert habían fallecido. La Conselleria anuncia que abre un expediente informativo para tratar de esclarecer los hechos.
El PP eleva el asunto a la Fiscalía
El PP anuncia que elevará el caso a la Fiscalía y los partidos de la oposición empiezan a presionar a la consellera, Mireia Mollà, para que dé explicaciones. Mientras, el propietario de los burros, Juan Librán, denuncia que la muerte fue por sabotaje de personas externas.
Comparece Mollà y primera dimisión
Mollà habla públicamente de los hechos por primera vez el 26 de octubre. Considera que ha habido «diligencias incorrectas» y cree que las muertes se hubieran evitado si hubiera habido «una vigilancia y tutela adecuadas». La Conselleria abre un expediente al director del Desert, Toni García, y a la jefa del servicio de Gestión de Espacios Naturales Protegidos. El caso se cobra la primera dimisión, la del director general de Medio Natural, Benjamín Pérez.
La consellera expone los hechos en Les Corts
La consellera comparece en Les Corts el 16 de diciembre y responsabiliza de los fallecimientos al propietario de los burros y el director del parque natural. Critica que el primero «no actuó de manera diligente con sus animales» y que el segundo «no informó en tiempo y forma de las graves incidencias» que estaban pasando en el paraje de les Santes.
El escándalo se cobra la segunda dimisión
La jefa del servicio del área de Medio Natural a la que Conselleria había abierto un expediente dimite. Se hace público el 15 de febrero. Es la segunda y última renuncia hasta ahora por el escándalo.
La Guardia Civil ve indicios de delito
La Guardia Civil comparte un comunicado el 20 de abril en el que señala al director del parque por un supuesto delito de protección de la flora, la fauna y animales domésticos. Considera que los animales «no tuvieron un debido seguimiento veterinario» y presentaban «un estado precario de salud y abandono».
La Fiscalía ve posible maltrato animal
La Fiscalía secunda el 6 de mayo el informe de la Benemérita y ve indicios de maltrato animal, por lo que pide al juez que el director del Desert de les Palmes, el único investigado, declare en el juzgado.
El director declara y reitera el sabotaje
Toni García declara ante el juez como investigado a finales de julio e insiste en la teoría del boicot, ya que niega la desatención y cree que la muerte fue por sabotaje y por acoso.
Comienza así una fase de instrucción que sigue en marcha. El último en testificar fue el martes el veterinario que avaló la idoneidad del paraje de les Santes como zona del Desert a la que trasladar los burros, que defendió al director.
