Todo acto que se organice a la intemperie corre el riesgo de verse condicionado por la meteorología y la comisión de las fiestas patronales de la Sagrada Familia y el Santísimo Cristo de la Vall d’Uixó lo comprobó una vez más ayer. El inicio del otoño es época de temporales, y el último deslució sobremanera la última jornada del triduo religioso, la del Santísimo Cristo.

La comisión tomó la decisión respecto de la programación del día con antelación, en cuanto fueron conocedores de las previsiones lanzadas por la Aemet. El riesgo de lluvia se extendía para todo el día y lo mejor era aplazar la celebración de la emblemática procesión. Se llevará a cabo el próximo domingo, como clausura de las fiestas, en una hora que se precisará durante los próximos días.

Eucaristía con obispo

Sí que pudo oficiarse la misa con toda su solemnidad, con la asistencia de la reina, Maria Segarra, su corte de honor, autoridades, miembros de la comisión y de las patronales de Sant Vicent. Una eucaristía con especial significación, pues fue oficiada por el obispo auxiliar de València, Javier Salinas Viñals. Al finalizar el acto litúrgico, los anderos llevaron a hombros la imagen del Cristo por el pasillo central, mientras la parte instrumental del coro parroquial interpretaba la emotiva y tradicional Saeta.

El otro plato fuerte de la jornada también se vio afectado por la persistente y por momentos intensa lluvia. El espacio gastronómico y musical del Octubre Food Fest, en la plaza Sagrada Familia, permaneció cerrado hasta última hora de la tarde, cuando estaba prevista la actuación en directo del grupo Paradita Flamenca.