El pirotécnico Pepe Peñarroja estaba prácticamente solo en la plaza del Ángel a primera hora de esta mañana. Su misión era recordar a los vecinos con el disparo de varias carcasas que la Vall vivía un día grande, el de sus patronos, la Sagrada Familia. Como convocados por los estallidos, de forma paulatina, el entorno del templo parroquial ha ido llenándose de devotos que recogían sus cañas para participar en la tradicional romería, dando inicio así a un día intenso y de gran peso religioso.
Romería y misa por la mañana en la ermita del paraje de Sant Josep. Misa y procesión por la tarde. Estas eran las citas del programa que contaron con una respuesta multitudinaria de los valleros, a los que todavía les queda una jornada religiosa más, la del Santísimo Cristo, con la que completarán un triduo que define a las patronales de la Sagrada Familia.
Pero los actos confesionales, aunque los principales, no han sido los únicos. Además de las posibilidades del Octubre Food Fest, con su oferta gastronómica y musical, merece especial mención la proyección audiovisual que ofreció el Ayuntamiento para poner en valor la gran importancia artística y patrimonial de los frescos del templo parroquial del Santo Ángel, obra del afamado pintor valenciano José Vergara.
Ha sido con un video mapping, que ha puesto el acento sobre lo evidente: las pinturas son perfectamente visibles con solo entrar en la iglesia, pero el consistorio ha querido sacar el arte a la calle, recordando su significado y relevancia en un espectáculo que ha comenzadotras la procesión y se ha repetido cada 30 minutos, hasta la medianoche.
