Antes de finalizar el año, Iberdrola tiene previsto iniciar las obras de sustitución de la línea de media tensión que interfiere en la construcción del puente industrial de la Vall d’Uixó. En la actualidad, como confirmaron desde la empresa, después de la cesión del terreno del Ayuntamiento para el soterrado de parte de la instalación, «los trabajos están en proceso de tramitación», en cuanto reciban «las autorizaciones pertinentes» comenzarán a trabajar. Por el momento, ya han solicitado todo el material necesario, que llegará «en las próximas semanas».
Esta condición no afectará al proceso que siga, por otro lado, el proyecto del puente industrial, pues son dos actuaciones que pueden ejecutarse de manera paralela, como ya indicó en su día la alcaldesa, Tania Baños, por lo que en cuanto esté todo listo para que se inicie la construcción de la infraestructura de conexión, independientemente del punto en el que se encuentre la intervención de Iberdrola, empezará la obra.
En cuanto a en qué consistirán los trabajos de Iberdrola, hasta ahora solo se sabía que iban a soterrar una línea de media tensión, eliminar unos apoyos y mover un centro de transformación que están ubicados en el trazado del puente entre los polígonos Belcaire y Mezquita. Desde i-DE han concretado ahora cómo van a operar.
Trabajo en dos fases
En una primera fase, eliminarán el tramo aéreo de 260 metros de líneas de 20 kilovoltios y las cuatro torres que sustentan el cableado, «lo que facilitará la construcción del puente», señalan. En su sustitución, colocarán «una nueva línea de unos 70 metros que discurrirá parte aérea y parte subterránea» e instalarán un apoyo que facilite la conexión del cableado exterior y soterrado, «y conectar con las líneas existentes en el polígono», explican.
A partir de ese momento, esperarán a que concluya la construcción del puente, a lo largo del año 2023, para instalar «una nueva línea subterránea de media tensión de unos 160 metros que transcurrirá anexa al puente». Resulta relevante recordar que estos trabajos son fruto de un acuerdo alcanzado entre Iberdrola y el Ayuntamiento. En su día, cuando se patentó la necesidad de eliminar esas conexiones eléctricas porque obstaculizaban de forma directa la construcción del puente, el consistorio se comprometió a realizar la parte civil de las obras con la apertura de una zanja en la zona, de manera que la energética solo tuviera que preocuparse por realizar los cambios eléctricos.
El equipo de gobierno adelantó esa negociación y el acuerdo para eludir inconvenientes a la ejecución de la obra del puente, a la que fían el futuro desarrollo industrial de la ciudad, pues se condiciona legalmente la ampliación de suelo para empresas (Belcaire C) a la construcción del puente.
