Los sindicatos UGT-PV y CCOO-PV han alertado de la feminización de la pobreza en España y en la Comunitat Valenciana, ya que dos de cada 10 mujeres «son pobres» y «más de la mitad de las asalariadas son mileuristas», detallan. Esta es una de las consecuencias de los datos que refleja el Informe de la Situación Sociolaboral presentado por las responsables de mujer e igualdad de ambos colectivos (Cloti Iborra, de CCOO, y Pilar Mora, de UGT).

El estudio destaca que la diferencia entre el salario medio de los hombres y de las mujeres en el territorio autonómico se sitúa en 5.344 euros, con lo que la brecha salarial es del 22,39%, casi medio punto por encima de la media estatal del 21,9%. Con datos de 2017, el salario medio anual bruto de las valencianas se situaba en los 18.523 euros, frente a los 23.867 de los hombres. Así, las integrantes de la población femenina deben trabajar 82 días más al año para que su salario medio anual se equipare. O como si una mujer trabajara gratis una hora y 48 minutos al día, o como si dejara de percibir ingresos por su trabajo desde el 9 de octubre.

Además, la tasa de parcialidad femenina sigue aumentando. De las 296.600 personas que tienen contrato a tiempo parcial, el 73,7% son mujeres (7 de cada 10). Hay 140.800 mujeres en esta modalidad que hombres.

SECTORES / El sector también determina. Las mujeres superan el 60% en actividades sanitarias y de servicios sociales, educación, actividades inmobiliarias y hostelería. Mientras que en la construcción, las industrias extractivas y manufactureras, suministros de energía, el transporte y la tecnología su presencia no supera el 30%. En actividades feminizadas, como servicios, la ganancia media anual (20.779 euros) es menor que la industria (23.822 euros). «Allí donde la presencia de las mujeres es mayoritaria se percibe menor remuneración. En todos los sectores el salario medio anual de las mujeres es inferior al de los hombres, incluso en los servicios: ellas perciben 18.458 euros al año, mientras que ellos consiguen los 23.572 euros», agrega el estudio.

La disparidad salarial más grande se registra entre las personas que trabajan en la industria manufacturera, con un 28,5% más de ganancia anual de los hombres que las mujeres; seguido de los trabajadores no calificados en servicios, con un 28,3% más a favor del sexo masculino.

Las profesiones con menor diferencia son la del personal técnico y científico e intelectuales de la salud y la enseñanza, donde los hombres perciben un 13,3% más. En valores absolutos, la diferencia más grande se recoge entre el personal directivo y gerente.

En cuanto a las pensiones el sistema está ligado a las condiciones y las características del trabajo remunerado», señala. «Las discriminaciones salariales durante la trayectoria laboral se trasladarán a desigualdades en la percepción de las pensiones. Esto explica que la brecha de las pensiones sea más grande que la salarial, perjudicando gravemente al sexo femenino», según agrega.