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TRAS UNA SEMANA DE TENSIÓN

Acuerdo 'in extremis' para salvar los presupuestos de la Generalitat valenciana del 2022

El Consell aprobará las cuentas el miércoles para iniciar acto seguido la tramitación en Les Corts

Puig, ayer con algunas de las autoridades en la Fira de Tots els Sants de Cocentaina horas antes de que se anunciara el acuerdo.

El Botànic logró ayer reconducir la crisis abierta a cuenta de la elaboración de los presupuestos de la Generalitat para el 2022, los séptimos de un gobierno de izquierdas y los que más se han resistido tras un largo y tenso tira y afloja entre Compromís y el PSPV que este año, junto a Unides Podem, constituyeron un comisión política para negociar las partidas. El formato, impulsado por la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, para sustituir las negociaciones bilaterales de la Conselleria de Hacienda y las conselleries ha terminado en pacto, pero tras un proceso de sudor y lágrimas que ahonda en la herida del tripartito. Con todo, ayer e in extremis, los negociadores llegaron a una solución de aliño que, de alguna manera, salva los muebles al Consell. El acuerdo, como pretendía el PSPV, se alcanza antes del plazo legal que fija la ley de Hacienda y el Estatut d’Autonomia, pero a su pesar, con tan escaso margen de tiempo que el documento no estará elaborado y aprobado hoy, domingo, cuando vence el citado plazo, es decir, antes del 1 de noviembre.

En todo caso, es una salida airosa ya que la noche del jueves desde el Palau de la Generalitat se había lanzado un órdago a Compromís al amenazar al socio de gobierno con una prórroga de las cuentas si no facilitaban el pacto. La solución sirve también a Compromís para hacer valer su máxima de que lo importante era el qué y no el cuándo. Que el documento no estuviera listo antes del domingo, incluso en el pleno del Consell del viernes, en el que tradicionalmente se han aprobado las cuentas, era el icono de esta pelea por el control de los tiempos.

Contacto constante

Después de una jornada de viernes en la que la propia Oltra daba por hecho en rueda de prensa que el pacto tardaría con el argumento de que aún no se conocía la realidad de las cifras, el acuerdo se fraguó a lo largo del sábado y tras contactos durante casi todo el día. Los negociadores se habían emplazado la tarde del viernes a una reunión el sábado, un último intento casi a la desesperada de poder forzar la máquina y llegar a un acuerdo que permitiera respetar la ley de Hacienda y el marco estatutario. El encuentro fue intenso y paró a mediodía con las posturas acercadas. Cabe recordar que tal como ha venido contando este diario, la pelea de fondo y que ha atascado la negociación era la negativa de las conselleries de Compromís a ajustar sus partidas de gasto y el consiguiente pulso para que Hacienda ampliara la previsión de ingresos, una operación complicada ante un presupuesto que verá mermados los recursos procedente del Estado y que ya tiene varias partidas de ingresos fallidas, entre ellas, la de la infrafinanciación. El desfase entre ingresos y gastos, que llegó a estar en 1.000 millones se había reducido ayer a unos 200 millones, después de que ambas partes fueran cediendo.

Incluso se acariciaba el escenario de una velada a mil por hora en Hacienda para tener hoy el presupuesto. Casi un gesta. Compromís, aceptó el acuerdo pero ya entrada la tarde. Luego llovieron los comunicados para lucir un acuerdo que sortea la crisis y evita una ruptura de alcance en el seno del Consell, pero que ha generado gran indignación en las filas socialistas, que acusan a Mónica Oltra de haber ido, esta vez, demasiado lejos en la negociación.

Pleno el miércoles

En cuanto a los plazos, la Generalitat detalló que la aprobación se producirá en una reunión extraordinaria del Consell que se celebrará el próximo miércoles 3 de noviembre. Ese mismo día, el documento se remitirá a Les Corts para su tramitación parlamentaria antes de que finalice el año.

Unas cuentas expansivas en plena crisis

Aunque fue un acuerdo a tres, cada una de las partes implicadas elaboró su comunicado. Presidencia de la Generalitat anunció el acuerdo con un documento en el que se subrayaba que el acuerdo se producía dentro del marco temporal del Estatuto y que responde, como ha ocurrido desde 2015, a la «voluntad» del Consell de aprobar los presupuestos en tiempo y forma. «El consenso garantiza la continuidad de las políticas sociales», indicaron. Por su parte, desde Compromís, se puso en valor la comisión y se destacó que «es la primera vez que las cuentas se han elaborado de forma plural y utilizando la inteligencia colectiva al servicio de un proyecto común». La portavoz adjunta del grupo, Aitana Mas, dijo que las cuentas son «un hito esperanzador para la recuperación».

Por su parte, desde la vicepresidencia segunda, en manos de Unides Podem, se destacó el hecho de que serán unas cuentas expansivas. Según las fuentes consultadas, el papel de Unides Podem fue clave en las últimas horas para desatascar la negociación. Se subrayó que serán unos presupuestos «expansivos, sociales e inclusivo» para salir de la crisis y se avanzaba un incremento para Vivienda que sería el más importante de todo el Consell. 

Según ha sabido este diario, las cuentas podrían estar por segundo año consecutivo en un incremento superior al 10% y ello a pesar de la merma de ingresos por la crisis. Pueden ser los pies de barro del primer presupuesto en el que el papel de Hacienda ha sido relegado.

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