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La tasa turística enfrenta a los grupos de izquierda en Les Corts

El PSPV se resiste a regular ya el controvertido impuesto a través de la ley de acompañamiento

El síndic del PSPV en Les Corts, Manolo Mata, conversa con su homólogo de Compromís, Fran Ferri.

Los partidos de la izquierda que sostienen al Consell no lograron ayer cerrar un acuerdo para salvar sus diferencias en torno a la aplicación de la tasa turística, el impuesto que grava las pernoctaciones turísticas que Podemos y Compromís llevan reclamando desde el primer Botànic. Los socialistas, que siempre han puesto pegas a esta tasa, se resistieron a firmar una enmienda conjunta con la regulación del impuesto a través de la ley de acompañamiento de los presupuestos de la Generalitat y se aferraron a la propuesta lanzada el martes por el síndic socialista, Manolo Mata, de un compromiso público de hacerlo a lo largo del año próximo mediante una ley específica. Compromís y Unides Podem mantenían en la noche del miércoles su intención de presentar una enmienda para introducir ya el impuesto con moratoria incluida, opción que en su momento el PSPV estaba dispuesto a aceptar, pero que luego rechazó.

El culebrón de la tasa turística se alargará, ya que si la enmienda se registra, seguirá la negociación en el trámite parlamentario. Esa es, al menos, la intención de los socios del PSPV. En todo caso, el bien superior de no fracturar aún más un Ejecutivo que ya salió dañado con la negociación de las cuentas púlblicas de 2022 no se consigue. Tal como informó este diario, la izquierda buscaba una fórmula de consenso para avanzar en la introducción de una tasa turística de ámbito municipal y voluntaria, pero tras una larga negociación esa vía no se encontró.   

Compromís y Unides Podem no quieren renunciar de nuevo tras tantos años de demanda y apretaron hasta el final. El registro presencial se cerró a las 19.00 horas con unas 40 enmiendas en las que no figuraba la tasa turística, pero había de plazo hasta la medianoche para hacerlo de forma telemática. 

Apuesta

Esta vez la apuesta de Compromís y UP era alta ya que los vicepresidentes Mónica Oltra y Héctor Illueca habían comparecido conjuntamente semanas atrás para apostar por ella y anunciar que el dinero se destinaría para vivienda joven, si bien el texto pasó por el pleno del Consell sin introducirla y se dejó la negociación en el ámbito parlamentario.

En las negociaciones, que se extendieron durante horas, el PSPV llegó a estar dispuesto a incluir ya una regulación que quedara desactivada en el mismo texto, es decir, crear ya el impuesto pero con una moratoria. La pata socialista optó, finalmente por no ceder. 

Rechazo en el sector

La tasa genera mucho rechazo en el sector y en la patronal y la posición del presidente de la Generalitat ha sido hasta ahora firme de que no toca hablar de tasa turística cuando se está en proceso de recuperación económica. Los socialistas, además, alegan que técnicamente era extremadamente complejo regular el impuesto a través de la ley de acompañamiento y creen que puede generar gran inseguridad jurídica.

Ante la negativa del PSPV, que dio por cerrado el plazo de negociación de enmiendas con el cierre presencial del registro, Unides Podemos y Compromís siguieron negociando y apostaban por la fórmula que en un momento los socialistas llegaron a aceptar. Mata ya se había puesto la venda antes de la herida. «Entendería que lo hicieran», afirmó en alusión a una posible enmienda conjunta entre Compromís y UP. 

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