PSPV, Compromís y Unides Podem iniciaron este lunes, con el registro en Les Corts de la proposición de la ley de medidas fiscales para impulsar el turismo sostenible, el camino para la implantación en la Comunitat Valenciana de una tasa a las pernoctaciones turísticas. No se aprobará antes de que acabe el año, a lo que hay que sumar que una vez se publique en el DOGV se aplicará una moratoria de un año más, prevista en la ley, por lo que los ayuntamientos que decidan implantarla no podrán hacerlo al menos hasta principios de 2024 ya que la tasa es municipal y voluntaria. Nadie tendrá que pagar el impuesto hasta entonces.
De esa forma, el Botànic salva el tiempo electoral de 2023 con elecciones municipales y autonómicas y se da tiempo a calibrar también la afección que sobre el sector turístico vaya a tener la invasión rusa de Ucrania. El impuesto cuenta con el rechazo total de la patronal del sector y de los tres partidos de la oposición, PP, Ciudadanos y Vox, mientras el PSPV la apoya a regañadientes.
La ley crea el impuesto valenciano a las estancias turísticas (Ivet) como un impuesto propio de la Generalitat que grava la capacidad económica que se pone de manifiesto al permanecer en un establecimiento turístico. Lo hace de forma progresiva según la categoría del inmueble. En Europa 21 de los 30 países tienen un impuesto de este tipo, recoge la exposición de motivos. Los ingresos revertirán en el mantenimiento del atractivo turístico que hace que la Comunitat Valenciana sea un destino demandado, para hacerlo aún más competitivo. Quedan exentos del pago los menores de 16 años, las estancias subvencionadas por programas sociales, las que sean por motivo de salud siempre que se justifiquen las necesidades de prestación sanitaria; las de fuerza mayor (catástrofes naturales o actos violentos), estancias en albergues juveniles, competiciones deportivas, las declaradas de utilidad pública, congresos o eventos científicos organizados por universidades o estancias de personas con discapacidad si se supera el 66%.
La base imponible del impuesto oscila entre los dos euros por día de los hoteles y apartamentos de lujo y los 0,5 euros de hasta tres estrellas, hostales, pensiones y albergues. Para los cruceros o yates turísticos el precio por día es de 1,5 euros por persona.
Puig: «Es un impuesto menor»
El president de la Generalitat, Ximo Puig, afirma que la tasa turística no se va a aplicar de manera inmediata porque no es el momento oportuno pero defiende que es un impuesto «menor» para el viajero y que será en destinos urbanos donde cree que finalmente se implantará.
