La Comunitat Valenciana recauda doce veces más que Madrid respecto a su riqueza

Pese a la infrafinanciación, el gasto en servicios públicos básicos supera la media estatal a costa de la deuda

Puig, durante el debate de política general en el que anunció una rebaja fiscal.

Puig, durante el debate de política general en el que anunció una rebaja fiscal. / Miguel Angel Montesinos

Mateo L. Belarte

La fiscalidad ha sido una de las grandes protagonistas del final de 2022. La espiral inflacionista desatada tras la guerra de Ucrania y la preparación de los presupuestos de cara al decisivo año electoral derivó en una sucesión de rebajas de impuestos desde las autonomías y a la que terminó sumándose el Gobierno central. Sin embargo, el espíritu de esas reducciones impositivas ha sido dispar, y mientras la mayoría de ejecutivos del PP han optado por bonificar Patrimonio y deflactar el IRPF de forma generalizada, los de izquierda han concentrado las ayudas en las rentas más bajas.

La Comunitat Valenciana ha jugado un papel protagonista en el proceso. Fue la única autonomía gobernada por un socialista que deflactó el IRPF, un extremo que molestó a Moncloa por contradecir el discurso del Gobierno, que pedía «medidas quirúrgicas», si bien el propio Ejecutivo terminó replicando la vía de la Generalitat y las cuentas posteriores evidencian que la rebaja fue muy distinta a la aplicada por otros territorios como Madrid.

De hecho, la modificación tributaria del president Ximo Puig comportó un ahorro para las rentas de hasta 24.000 euros de unos 100 euros de media y de 0,15 euros para los más ricos, mientras la de Isabel Díaz Ayuso abarataba en 17 euros la declaración para las rentas más bajas y en casi 33.000 las más altas. 

Debate

El debate fiscal acabó entroncando con la financiación autonómica, ya que aquellos territorios mejor parados del sistema de reparto de fondos cuentan con más margen para renunciar a esa recaudación por la vía de los tributos propios. Una lógica que han roto algunas autonomías del PP por esa ofensiva fiscal a la que ha empujado Feijóo para desgastar a Sánchez y que ha llevado a comunidades infrafinanciadas como Murcia o Andalucía a renunciar a más recursos suprimiendo Patrimonio.

Así, los datos que ahora publica la autoridad fiscal independiente (Airef) en su nuevo Observatorio de Información Económico-Financiera de las Comunidades Autónomas evidencian que el Consell es uno de los gobiernos autonómicos que más recauda vía impuestos respecto a su nivel de riqueza, así como la relación existente entre presión fiscal e infrafinanciación.

En concreto, los datos de la Airef reflejan que la Generalitat obtiene el 0,9 % de su PIB a través de los impuestos cedidos, casi un 50 % por encima de la media nacional (0,63 %) y más de doce veces por encima de lo que recauda Madrid, que con el 0,07 % es con diferencia la autonomía con una presión fiscal más baja de toda España.

De esta tabla se desprende igualmente la relación entre el nivel de recaudación por la vía impositiva y los recursos que se obtienen del sistema de financiación, aunque también afecta el color del Gobierno en el poder. Así, las mayores cargas impositivas se registran en las autonomías peor financiadas y gobernadas por fuerzas progresistas como la Comunitat Valenciana o Baleares.

Otras comunidades

Murcia o Andalucía, también agraviadas por el mecanismo de reparto pero gobernadas por el PP, rompen la tendencia y presentan una presión fiscal «media», según la Airef. En el otro extremo se repite la dinámica: las mejor financiadas (Cantabria, La Rioja, Madrid y Canarias) son las mismas que copan la clasificación de beneficios fiscales.

Pese a ser la segunda peor financiada (cada valenciano recibe 221,5 euros al año menos que la media), el Consell ha logrado equiparar el gasto por habitante en servicios públicos fundamentales a la media nacional e incluso supera en inversión per cápita a Madrid, pese a que los habitantes de esta región perciben del Gobierno 320 euros más al año que los valencianos.

Evidentemente, converger en gasto por habitante cuando la Generalitat recibe 221,5 euros menos por persona que la media de gobiernos autonómicos comporta un aumento de la deuda. Según la Airef, cada valenciano debe al Estado 10.663,6 euros, 4.000 más que la media. Son los segundos más endeudados tras Murcia en relación a su población.

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