Que aprendan los programadores de la provincia. Que lean el cartel de las fiestas de Vila-real y envidien sus actuaciones. Y no es porque no se trae a lo mejor, siempre. Es que los chicos de Esteban Mañanós siempre buscan una vuelta de tuerca más. Lo de Thalía es grande, muy grande. Y lo de La Oreja de Van Gogh, también. Porque acaban de sacar disco, porque hace años que hay ganas en Castellón de verles y porque su música gusta a todos. Sin desmerecer otras propuestas --cada uno sabe qué se cuece en su casa--, la de Vila-real es siempre una avanzadilla. Y si no, que se lo digan a Sant Pasqual, que hasta él bailó al ritmo de ´La raja de la falda´ de Estopa.