Es uno de los toreros más reconocidos. Su nombre ya forma parte de la historia de la tauromaquia. Es un verdadero y auténtico ejemplo de superación, de entrega, de constancia y de esfuerzo. Él es el matador de toros Juan José Padilla, que impartirá el próximo jueves, 21 de septiembre, a las 19.45 horas, una conferencia en la Casa de la Cultura de Figueroles, con motivo de las fiestas. Pero antes concede esta entrevista a Mediterráneo para contarnos cómo superó su dramática cogida y cómo ha sabido «volver a nacer» para seguir adelante en su profesión de torero. Además, guarda numerosos recuerdos y afectos en la provincia de Castellón, una región que siente muy cercana.

<b>--</b>¿De qué nos hablará en su conferencia de este próximo jueves en Figueroles?

-Quiero destacar los valores que me ha enseñado mi profesión. Habrá un reflejo de lo que es el toreo, cómo lo entiendo y qué me aporta en mi vida personal.

<b>--</b>¿Se considera un hombre afortunado por vivir tan profundamente la vocación que cada día le lleva a las plazas?

-Sin duda alguna, me considero un gran afortunado por vivir de lo que realmente amo. Y amo conseguir emocionar a los públicos y emocionarme yo mismo. Es algo que está al alcance de muy pocos en estos tiempos tan duros.

<b>--</b>Cuando se enfrenta a un toro que puede quitarle la vida, ¿siente miedo o respeto?

-Siempre se siente miedo. Antes, durante y después de la corrida. No cabe duda el respeto que le tenemos al toro por sus actitudes y sabemos cuándo un toro se te entrega y puedes abandonarte y cuándo no y tienes que estar con los cinco sentidos puestos en él.

<b>--</b>Ante una cogida grave como la que sufrió, ¿surge el rencor por el toro?

-Para nada. El toro me lo ha dado todo y no ha sido poco. Jamás hubiera imaginado lo que he conseguido en la profesión que ejerzo. Sobre todo, en cariño, admiración y respeto.

<b>--</b>Usted es claro ejemplo de superación ante las dificultades. ¿Es posible volver a ‘nacer’ sin haber muerto?

-Yo no creo hacer nada que no pueda hacer otro hombre. Además he aprendido mucho de gente que son verdaderos ejemplos de superación y que quizás no serán conocidos y no trascenderán sus ejemplos. En cuanto a volver a nacer sin haber muerto, me suena mucho, precisamente, a lo que viví en Zaragoza. Ya casi me despedía del doctor cuando me asfixiaba en sus brazos y le pedía que lo hiciera por mi mujer y mis hijos... entonces me entregué a Dios... A las 15 horas volví a nacer en el hospital Miguel Servet. Eso fue un milagro de Dios...

<b>--</b>¿Dónde está el verdadero valor en un mundo tan complejo y difícil como el de los toros, que usted tanto conoce?

-Yo pienso que, precisamente, no está el valor en ponerse delante del toro. Opino que el verdadero valor está en afrontar la realidad de las circunstancias cuales fueran y poner conocimientos sobre la situación, sea la que sea.

<b>--</b>Es un hombre de fe, de Dios. ¿Qué le aporta en su vida? ¿Ser creyente le ha ayudado a remontar y seguir adelante a pesar de las dificultades del camino?

-Así concibo la vida, siempre con la presencia del Altísimo. Todo lo dejo en las manos de Dios.

<b>--</b>¿Qué recuerdos tiene de nuestra provincia de Castellón? ¿Orgulloso de tener buenos amigos en nuestra tierra?

-Toreaba en los años 1987 y 1988 en Benassal. Y luego en los festivales vi a las máximas figuras del toreo. Eso se lo debo en parte a Taquio Alemany que se comprometió en echarme una mano, por aquel entonces. ¡Jamás lo olvidaré! Luego he toreado por toda la provincia. He compartido cartel con mi amigo Alberto Ramírez, que ahora ejerce de empresario en la plaza de toros de Castellón. También guardo grandes recuerdos de las tardes que he vivido en las ferias de la Magdalena. Por cierto, también me he llevado premios Porcelanosa y he tenido el honor de recogerlos visitando las maravillosas instalaciones de la mano de su gerente director D. Manuel Colonques. Me faltan calificativos para agradecer a mis amigos de Castellón todo cuanto me ofrecen en atenciones llenas de cariño. Siempre estaré en deuda con mi gente de la provincia de Castellón.