Un río de sensaciones recorre abiertamente con sinceridad sobre el escenario a través de los versos intensos del poeta hebreo Iehuda Amikhai.

Sus palabras se alejan de los dogmas actuales y resurgen en el espectáculo que invade ahora el Teatro Municipal del Francisco Tárrega en Benicàssim con una fusión de rapsodia, color y música.

Los pinceles de la alcorina Ana Beltrán y la emocionante voz de Susanna Sebastià, muestran el 20 de septiembre un espacio humilde donde desnudan su alma con la poesía combinando la rama pictórica y musical.

Las formas «bailan y se rasgan con las palabras junto con el clarinete de Nuria Albella», explica el conjunto. «El guitarrista Carlos Medina también le pone otra nota de color», concretan.

"Sus poemas nos tocaron fondo y decimos comenzar este viaje con una nueva estética"

Este proyecto, titulado Poesia Viscuda: Poemes de Cos i d’Ànima, busca dar vida a las palabras de Amikhai para, según las artistas, «acompañarlas en movimiento con el dibujo y encontrarnos a solas con sus versos».

La inspiración del proyecto aparece cuando sus poemas, traducidos por Manuel Forcano, «nos tocaron fondo y decimos comenzar este viaje con una nueva estética», explican. 

Un espectáculo que les ha aportado, tal como aseveran, «una vibración interna, a la vez que serenidad en un espacio común». Caminos artísticos que enriquecen el arte y donde Yvonne Bacas fue una pieza fundamental en la organización del espectáculo.

La fragilidad humana es el foco de reflexión en esta propuesta artística que ellas mismas, a través de la voz y el lienzo, desgranan temas como el amor o la guerra. 

Una obra que, a pesar de combinar diferentes disciplinas, estas confluyen en una única vertiente para ofrecer «un resultado inesperado», expresan. El poder del arte aterriza en Benicàssim para hacer reír o llorar al público encaminándolo hacia la poesía sencilla, pero significante.