Hay que anotar muy bien este nombre: Mago Orbyt. Este joven de la Vall d’Uixó protagonizó el viernes el que, sin duda, será un punto de inflexión en su carrera artística, al participar en el especial del programa Zapeando de la Sexta con el que celebraban sus 2.000 días de emisión. Y lo hizo a lo grande, haciendo desaparecer en directo a la mediática Cristina Pedroche.

El camino que Orbyt ha recorrido hasta llegar al plató de Atresmedia convertido en pista circense habla de tesón y convicción en la consecución de un objetivo: hacerse un hueco en el exigente mundo del ilusionismo. Y, visto lo visto, en su caso, querer va a ser poder.

Un poder y una solvencia que demostró en su estreno televisivo nacional y que viene fraguando desde hace años, cuando realizaba sus primeras actuaciones en escenarios de su municipio. Quienes asistían a sus espectáculos intuían que eran el presagio de algo mucho mayor, como la gira Acero, con la que está llevando por todo el país ilusiones de las que dejan bocas abiertas y hacen creer en lo imposible.

Uno de los momentos de la actuación de Mago Orbyt en el programa de Atresmedia. MEDITERRÁNEO

Eso les sucedió a quienes vieron como Pedroche entraba en el artilugio diseñado por el mago con el que, según dijo, quiso simular la transformación de una televisión plana de gran formato, en una de tubo. Un gran fuelle, tras el que se ocultó, se contrajo en cuestión de segundos para evidenciar un desenlace inevitable: la presentadora se había evaporado.

Por si el reto fuera pequeño, Orbyt también comprometió la integridad física de otra de las colaboradoras del programa, Valeria Ros. En su caso, la empequeñeció hasta que solo quedaron de ella y su cuerpo los pies y la cabeza.

Para este vallero, actuar frente a una cámara de televisión no es una novedad. Lo hace habitualmente en otro programa de una cadena regional, aunque no con la repercusión que, sin lugar a dudas, le va a dar su paso por el que presenta Dani Mateo.

Futuro que es presente

Con 24 años, tiene un futuro prometedor por delante que, bien pensado, es muy presente. Uno no llega a una plataforma como la mencionada por casualidad. Este éxito es una consecuencia. Con el espectáculo Acero y con las grandes ilusiones que no solo diseña para sí mismo, sino para otros magos de prestigio internacional, no deja de sembrar semillas que, como en el caso de las habichuelas mágicas, lo están llevando a lo más alto.