Arqueología social. A esa tarea se han dedicado durante largo tiempo dos investigadores de la Vall d’Uixó para hacer posible una publicación que es memoria gráfica de una de las singularidades de esta ciudad que lo es por su pasado industrial.
El Poblet. Llibre d’or de la Colònia Segarra es el título de la última publicación de la editorial Trencatimons, obra de Nel·lo Navarro y Josep Vicent Font. Sus conocimientos, sus contactos y su tesón a la hora de escarbar bajo lo que para el común de los mortales es solo algo demasiado cotidiano para ser relevante, se han plasmado en un relato fotográfico de una de las pocas, por no decir la única, colonia obrera de la Comunitat, al menos «de estas características», remarca Navarro, autor y editor.
En el origen de este trabajo hay otros con los que inició una colección de crónicas gráficas de municipios castellonenses como Xodos, Vilafamés, Vistabella o Benafigos. ¿Cómo no hacerlo en su localidad natal? Aunque tratar de concretar en un único libro todo lo que la Vall puede contar «era imposible», afirma, razón por la cual decidió crear otra colección específica cuyo primer volúmen fue Imatges entre dos segles. Una publicación más general con las fotografías más antiguas que pudo encontrar del municipio, hasta los años 60 y 70 del pasado siglo.
La segunda entrega se dio por «añoranza y nostalgia», resume. Nel·lo Navarro se crió en aquel pequeño pueblo anexo a la Fábrica Segarra, construido precisamente para que se instalaran sus trabajadores y con esa condición. Todas las familias vivían de alquier, no podían tener vivienda en otro lugar y debían abandonar la colonia cuando dejaban de trabajar en la legendaria empresa de calzado.
Estas son algunas de las particularidades que recoge el libro, entre otras muchas. Porque, como ya se ha dicho, Navarro inició la prospección hace tanto tiempo que no sabría datarlo y, con el libro ya en mente, invitó a participar en este ejercicio de espeleología etnológica a su amigo e investigador, Josep V. Font, entre otras razones, por su íntima relación con la colonia, donde vivía su mujer.
Y así, a partir de relaciones personales y de descubrimientos inesperados que solo un trabajo de documentación como este puede ofrecer, han logrado dar forma a una publicación que narra cómo aquel Poblet se convirtió en un barrio más de la Vall, pero singular irremediablemente. Una memoria compilada ahora a través de las imágenes que rescatan el pasado.
