Entrevista

Marta Jiménez Serrano, escritora: "Hoy si te acuestas con alguien no puedes dar nada por hecho"

La escritora madrileña publica el libro de relatos 'No todo el mundo' sobre los usos amorosos de nuestra sociedad marcada por tinder y las nuevas tecnologías

La escritora madrileña Marta Jiménez Serrano, en Barcelona.

La escritora madrileña Marta Jiménez Serrano, en Barcelona. / Robert Ramos

Elena Hevia

Filmin’ se llama uno de los cuentos de 'No todo el mundo' (Sexto Piso) de la escritora Marta Jiménez Serrano. Madrileña, treintañera, que tras la buena recepción de su primera novela'Los nombres propios' acaba de publicar estos relatos, una geografía de los sentimientos y las relaciones amorosas que a buen seguro hubiera hecho las delicias de un Roland Barthes adicto a las redes sociales. Lo de Filmin, que además de ser un detalle fundamental para retratar a la protagonista del cuento, una viuda setentona que llega a la cinefília a través de una nueva ilusión amorosa, ha tenido su recompensa. La plataforma acaba de incluir en su catálogo una selección de las películas que podrían haber inspirado el libro y que incluyen joyas como ‘Annie Hall’, ‘Dos en la carretera’, ‘Cuando Harry encontró a Sally’, ‘Deseando amar’, ‘El rayo verde’ o, más recientemente, ‘Tenéis que venir a verla’. Y la lista da pistas sobre un libro que está diciendo no pocas cosas sobre el amor en tiempos de tinder e inteligencias artificialesun libro ligero sobre relaciones ligeras al que la autora se acerca con un oído excelente para armar diálogos que suenan a la realidad más próxima y cotidiana, un punto de humor irónico y no poca comprensión hacia sus desnortados enamorados.

La identificación para lectores y lectoras está servida. Para empezar, ‘No todo el mundo’, un título que no se corresponde con el de los relatos contenidos en el volumen, significa en realidad todo lo contrario. Sale de un cuento ‘Lo de Verónica’, en el que ésta, Verónica, enamorada de nuevo hasta las cachas, se engaña a sí misma respecto a la relación: esta vez sí… “Cuando nos enamoramos y nos desenamoramos nos creemos muy especiales, como si nadie hubiera pasado nunca por lo que nosotros sentimos y en realidad el título significa que sí, que todo el mundo ha tenido ese sentimiento, que hay una serie de dinámicas que nos son comunes”, explica la autora de paso por Barcelona.

Nuevos modelos para el discurso amoroso

Muy atenta a los pequeños y a veces risibles detalles, traza a la vez un dibujo más amplio que está diciendo muchas cosas sobre la manera de relacionarnos sentimentalmente en el siglo XXI “He instalado los relatos en el mundo contemporáneo porque entiendo el mundo en el que vivo escribiendo sobre él. La idea es hablar de cosas que damos por hechas pero que en realidad son mucho más nuevas de lo que parecen: emparejarte con alguien que tiene un hijo y cuidarlo, separarse y empezar una nueva vida lejos del drama que suponía hace unos años o el peso de las redes sociales que tan importantes son para los adolescentes. Todo ha cambiado mucho y las relaciones cada vez son más abiertas más móviles”.

Asegura la autora haber dejado a un lado en sus historias variantes amorosas de las que hoy se habla mucho porque no está tan segura de que verdaderamente se vayan a quedar: “Sí que hablo de poliamor, por poner un ejemplo, pero no estoy segura de que de la manera teórica en la que se está planteando se de realmente con tanta frecuencia”. Constata que en los últimos tiempos las relaciones se han flexibilizado y se han abocado a una gran rapidez: “Es verdad que si hoy te acuestas con alguien no debes dar nada por hecho. Lo más interesante es que tengo la sensación de que antes existía un cierto consenso entre los coetáneos -la reacción de no casarse frente a generaciones anteriores, por ejemplo- pero ahora cada pareja se enfrenta a su propia idiosincrasia individual. Lo que está mal porque te permite montarte la pareja que te da la gana pero a la vez es muy cansado porque debes establecer tú todos los parámetros”.

En esos nuevos parámetros, la desconstrucción de la masculinidad es una de las piedra de toque de las nuevas relaciones sentimentales. “En uno de los cuentos -explica la escritora- hay un ejemplo que me gusta particularmente y que ilustra muy bien esos nuevos roles de género. Un chico le dice a su mejor amiga -son amigos y no pareja- que siempre se ve obligado a ser un buen tío y le pregunta a ella: ¿y tú, tú qué tienes que demostrar? En esa reconfiguración de roles estamos y eso es muy interesante a la hora de escribir”.

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