El Museu del Bou, un emblema de la tauromaquia en Burriana

Satine ha querido poner en valor la gran tradición taurina de la provincia a través de un espacio divulgativo y didáctico sobre la historia del toro bravo: el Museu del Bou. Ubicado en la plaza Mayor de Burriana, en el corazón del municipio y en un edificio de grandes dimensiones que ha sido rehabilitado en su totalidad para proporcionarle la categoría que merece, este espacio alberga auténticas obras de arte y joyas únicas de la tauromaquia.

El toro, como gran protagonista de la fiesta, también es el pilar que sostiene este espacio cultural. A través de su figura confluyen varias culturas, tradiciones y artes que se ponen de manifiesto en este museo, exponiéndolas y explicándolas. Un recorrido por el Museu del Bou es un apasionante viaje en el tiempo que recorre la historia taurina del toro en la plaza, en la calle y en el campo.

Un tesoro que guarda como oro en paño los bienes más preciados de la tauromaquia a través de sus grandes protagonistas. Un lugar para descubrir toros de leyenda, en el que observar vestidos de luces que se enfundaron los grandes maestros y los estoques que empuñaron. Un espacio para contemplar la cartelería de mayor solera o las esculturas que cincelaron los grandes artistas que se inspiraron en la tauromaquia.

En la primera planta se muestran los antecedentes de la figura del toro y las distintas expresiones artísticas que surgieron en torno a este símbolo de nuestra tierra. Una exposición que tiene un fin didáctico, con múltiples paneles que recogen la historia taurina hasta nuestros días y un espacio audiovisual que la pone en escena. El rey de la dehesa adquiere protagonismo en esta planta, en la que, a través de un cristal, se observan unos confortables chiqueros, que fueron inaugurados por el toro Zahonero, de Miura, exhibido en las fiestas de la Misericordia de 2022 y que ahora preside esta misma sala.

De Joselito a Paquirri

El universo taurino se concentra en un recorrido apasionante a través de algunos fragmentos de su historia. Una historia que fueron construyendo los grandes héroes de esta fiesta, los toreros. Muchos de ellos dieron su vida para engrandecer aquello que amaban: la tauromaquia. De ahí, el reconocimiento a diestros como Paquirri, que entró a formar parte de la gloria eterna de los valientes mientras su vida se escapaba entre los pitones de Avispado, el toro de Sayalero y Bandrés que permanece en esta sala como recuerdo de la grandeza del toreo. O el mismo Manolete, torero de época, que dio su último aliento de vida mientras enterraba la espada a Islero, de Miura. Una espada que viajó por todo el mundo dentro del inseparable fundón del Monstruo que ahora luce en este museo, y que fue la última que empuñó Manolete en su vida. Y no podía faltar en este espacio el considerado como El Rey de los Toreros, Joselito El Gallo, de quien se exponen algunos de sus trajes de luces.

En el museo no podía faltar una sala de lectura. Una biblioteca y hemeroteca con las revistas más importantes de los últimos siglos, como El Ruedo o Aplausos, así como libros imprescindibles para entender la historia de la tauromaquia desde el año 1700. Junto a esta sala, se encuentra un espacio dedicado a la fotografía, con imágenes variadas que merece la pena disfrutar con tiempo.

Los carteles, las esculturas, los objetos más personales de los toreros, trajes de luces, toros emblemáticos… por los pasillos de este espacio late la historia de la tauromaquia, con el mayor de los respetos y un cuidado máximo, otorgándole categoría y distinción a todo cuanto rodea este lugar, que ya está considerado como uno de los museos más relevantes del mundo en cuanto a tauromaquia se refiere.

Aunque será en breve cuando abra sus puertas, algunas figuras del toreo o ganaderos de categoría ya se han interesado por descubrir esta exposición, que ha despertado enorme expectación. Una colección que no deja de ampliarse pues, además de incluir el Museo Taurino de Jerez, ha incorporado el Museo Taurino Hermanos Villar de Alicante, una de las colecciones privadas más completas que existen.

El Museu del Bou se convierte así en un santuario de la tauromaquia de obligada peregrinación para el aficionado y todo aquel que quiera entender la fiesta de los toros.