Pocos futbolistas han causado tanto revuelo en Uruguay en los últimos años como el Chengue Morales, un jugador que nunca ha pasado desapercibido ni por su físico ni por sus actuaciones dentro y fuera del campo. El 18 de noviembre del 2001 se convertía en el héroe nacional en su país.

Uruguay jugaba en el Estadio Centenario de Montevideo la vuelta de la repesca cara al Mundial de Corea y Japón frente Australia, ante la que había perdido en la ida. El equipo de Víctor Pua ganaba por 1-0, gol de Darío Silva, pero hacían falta dos tantos más para pasar la eliminatoria. Cumplido el minuto 64, Morales relevaba a Magallanes y poco después marcaba los dos goles que llevaban a su país a un Mundial después de 12 años.

Ya en Corea, el héroe pronto se convirtió en villano. Frente a Senegal, Uruguay iba perdiendo 0-3 y necesitaba la victoria. Morales salió al campo y la primera que tocó la enchufó; Forlán y Recoba lograron la igualada pero el Chengue falló al final el gol más claro que se le pueda presentar a un jugador de fútbol. El error supuso el adiós prematuro de Uruguay.

Le había costado mucho hacerse un hueco entre los Forlán, Magallanes, Olivera, Abreu, Recoba, Da Silva, Regueiro y Diego Alonso, y ese remate fallido le hundía en la miseria. Pero Morales está acostumbrado a estos avatares. Poco tiempo después, en noviembre del 2002, su equipo, el Nacional de Montevideo, se enfrentaba al Nacional de Medellín en la Copa Libertadores. Se tuvo que recurrir a los penaltis y Morales lanzó a las manos del portero colombiano el que significaba la eliminación de la competición. Un botón de muestra más de un delantero atípico, que marca muchos goles pero que falla algunos clamorosos, lo que a buen seguro no tendría tanta relevancia de no ser por los incidentes en los que se ha visto envuelto.

De todas formas, los rojillos han invertido parte de sus esperanzas de salvación en lo que pueda hacer un jugador de fútbol que, por sus centímetros, más se le podría ubicar en la cancha donde juegan Los Ángeles Lakers que en El Sadar pamplonica.