A Álex Debón le ha llegado la temporada de la confirmación. A sus 27 años recién cumplidos (el pasado 1 de marzo), el piloto valldeuxense afronta el Mundial-2003 más motivado que nunca. Después de sus anteriores experiencias con Aprilia (en el equipo de Aspar y en Campetella, el pasado año), Álex se subirá a una Honda por primera vez desde que en el 2000 se convirtiera en uno de los fijos del cuarto de litro.

Han pasado cinco años desde que Debón disputó su primer gran premio (en 1998, con una wild-car). En el camino, un palmarés adornado por el título nacional de 250 (2001) y el trofeo al mejor debutante del Mundial. Ahora, mucho más hecho --las dificultades para encontrar equipo la pasada temporada le fortalecieron-- y, sobre todo, experimentado, el de La Vall sabe que está ante su gran oportunidad. Un equipo español, Honda By Queroseno, ha confiado en él para que por fin se convierta en jefe de filas.

La próxima madrugada empezará la lucha por el Mundial con los entrenamientos libres en Suzuka. Álex Debón espera que el nuevo motor proporcionado por Honda dé a su moto ese salto de potencia que ha echado a faltar en los entrenamientos IRTA de Jerez y Estoril. "La pretemporada ha estado un tanto condicionada por el retraso en recibir los motores, pero ahora todo está a punto", decía con optimismo el piloto valldeuxense antes de partir hacia tierras japonesas. Si la mecánica funciona, el físico no supondrá ningún problema. Álex ha trabajado duro en el último mes para llegar en perfectas condiciones al estreno mundialista.

El objetivo está claro. Primero, concluir la temporada lo más arriba posible, sin descartar estar en el top-5 del cuarto de litro. Y, como no, "subir por primera vez al cajón", apunta Álex. Suerte.