Ayer se cumplieron 37 años del ascenso del Castellón a 2ª División en la temporada 65-66, tras un partido memorable disputado en Elda, donde el equipo albinegro se impuso al Eldense (0-2).

Tras el descenso a Tercera en 1961, las siguientes temporadas fueron un forcejeo constante por recuperar la categoría perdida. Y después de varios intentos fallidos frente a Sabadell y Jaén, aquel año se consiguió lo que parecía una exigencia, como ocurre ahora en la liguilla.

Tras proclamarse campeón del Grupo IX de la 3ª División, sumando siete puntos más que el Ontinyent (segundo) y perdiendo sólo cuatro de los 34 puntos disputados, el Castellón afrontaba la prueba suprema enfrentándose al N stic.

El primer obstáculo para los hombres dirigidos por Juan Ramón fue salvado con éxito, aunque costó doblegar a los tarraconenses. Una victoria in extremis, merced al gol de Pepe Aznar en el viejo Castalia, doblegaba al N stic, que mostró una férrea resistencia en los dos partidos de la eliminatoria.

Superado este escollo, la suerte le deparó otro oponente de similares características, el Club Deportivo Eldense, cuya figura era el goleador castellonense Manolo Trilles.

El 5 de junio de 1966 se jugó la ida en Castalia. Y las cosas no pudieron comenzar peor, pues los azulgrana se adelantaron por dos veces en el marcador. Sornichero hacía el 0-1, Arranz igualaba la contienda, Monóvar volvía a adelantar a los alicantinos y, de nuevo Arranz, restablecía las tablas. Ya en la segunda mitad, Tobalo y Arranz certificaban el 4-2.

El 12 de junio se disputó la vuelta en medio de un ambiente cargado y difícil, en el que no faltó una nutrida presencia de la hinchada albinegra. El Castellón supo para la salida en tromba del Eldense e incluso logró el triunfo con dos goles de Arranz en la segunda mitad. El delantero madrileño, procedente del Almería esa misma temporada, se convirtió en el hombre clave del ascenso.

Aquel once histórico lo formaron: Ramírez, Quinocho, Alcañiz, Mendiondo; Aznar, Cela; Palacios, Kuzman, Arranz, Folch y Etxave.

Al día siguiente, el recibimiento fue multitudinario en la plaza Mayor.