El gol se ha convertido en una obsesión para José Mari. El sevillano no está encontrando recompensa al incansable trabajo que realiza sobre el terreno de juego. Ante el Algeciras, volvió a vivir un capítulo de su particular gafe. Primero, en una acción en la que no supo definir ante el meta rival y, después, con un balón que se estrelló en el palo.

"Sólo me falta el gol", lamenta el atacante amarillo, que esta temporada sólo suma tres tantos: uno en Liga ante el Barcelona y otros dos en Copa de la UEFA frente al Trabzonspor, a los que hay que sumar otro gol en la Intertoto frente al Brno. "Me estoy encontrando muy bien físicamente y es una lástima que el gol no llegue. Es algo que estoy deseando con muchas ganas y voy a hacer todo lo posible para conseguirlo" recalca José Mari.

UN PARTIDO ESPECIAL El domingo tiene una buena oportunidad para acabar con esa sequía. Regresa a su tierra, aunque para medirse al que, durante muchos años, fue su eterno rival. "Es especial volver a Sevilla", reconoce el delantero, que resta morbo al encuentro ante el Betis: "No olvido que pasé ocho años en el Sevilla y que siempre se sentía algo especial al enfrentarme ante el Betis, pero ya ha llovido desde entonces".

Una victoria en el Ruiz de Lopera serviría para poner un broche inmejorable a un 2003 que dejará un buen sabor de boca, ya que el Submarino terminará vivo en las tres competiciones en las que participa. Sin embargo, José Mari advierte del peligro de caer ahora en la relajación: "Es importante estar ahí, pero de nada sirve si ahora bajamos los brazos. Debemos continuar por ese camino y eso pasa por ganar al Betis el domingo". Un gol y una victoria serían la mejor despedida al 2003.