En una de las ciudades más peculiares, alegres, irresistibles y, en lo futbolístico, apasionadas y entendidas, el Castellón persigue tres puntos que, en el mejor de los casos, le permitirían llegar con ventaja y dependiendo de sí mismo a la última jornada de la liguilla de ascenso a 2ª A; o en el peor, continuar con vida, si el Ferrol doblega en A Malata al Atlético B. La derrota o el empate, si va acompañado del triunfo gallego, dejaría ya sin opciones a los albinegros.

La trascendencia, vital si me permiten, del encuentro, ha impregnado a todo el vestuario. Incluso Oltra, poco dado a declaraciones con una fuerte carga dramática, abandonaba su habitual discurso para referirse al compromiso del Sánchez Pizjuán como una "final", de ser éste "el partido, de ganar por encima de todo porque tal vez ya no haya tiempo para rectificar.

Enfrente estará un Sevilla B que ha pasado de ser cenicienta a enemigo; de ser el convidado de piedra del grupo, a un rival de cuidado, pero que comparte con el Castellón su divorcio con el gol: sólo ha logrado dos, uno tras fallo del portero colchonero y el otro del Ferrol en propia meta.

EL CALOR DA UN RESPIRO

En la víspera, el Castellón recibió un buena y una mala noticia. La primera, la agradable temperatura que le recibió a orillas del Guadalquivir, donde la fuerte brisa que soplaba motivó que el mercurio, más cerca de los 40 grados, se quedara en 10 menos; en cuanto a la nueva menos optimista, llegó en forma de bajas de Javi Sanchis y Rondo. Los dos jugadores que ya fueron sustituidos en el Cerro del Espino con sobrecargas musculares, no entraron en la convocatoria de 17 futbolistas, al igual que Rodri, éste por acumulación de amonestaciones. Al menos, Ollés, también renqueante durante la semana, sí está disponible.

El 15 de febrero, Mora caía lesionado justo antes del descanso del partido en Mataró. El Castellón venía de ganar al Espanyol B y, como si fuera un anticipo de lo que vendría, encajó el gol que le costó la derrota en el Carles Padrós apenas un par de minutos después de que el central canterano fuera relevado, iniciando un periodo negro de dos meses en los que el equipo no conoció la victoria, aunque supo remontar el vuelo para meterse en la promoción.

Ayer, por fin, el nombre de Mora volvía a figurar en una citación. No obstante, aunque no esté rodri, Miguel parte con ventaja para volver al eje de la zaga. No será ésta la única variación en el once, ya que Verdú jugará por Rondo en el lateral y Ollés hará lo propio por el capitán, si bien será Juanjo el que se desplace a la banda izquierda.