No hay tráfico por las calles de la ciudad, encuentras sitio para aparcar a las primeras de cambio y te acercas a Castalia casi en silencio, porque hasta la megafonía es imperceptible. Una vez dentro, poco público y muchas pancartas. Y después, gritos contra Bonet, el Castellón gana, y más gritos contra Bonet al final.

Éste sería, en un par de pinceladas, el desarrollo de una tarde en la que el Castellón escribió sólo un punto y aparte en su larga travesía por el desierto de la 2ª B, camino de su undécima temporada. La tarde olía a referendo, pero siempre que hay una cita con las urnas y la participación es tan pobre, los resultados pierden su dimensión.

EN EL OJO DEL HURACÁN

Bonet fue el centro de las críticas. Parafraseando a Oltra, el fútbol no tiene ni pasado ni futuro, así que nadie recuerda ya cuando, en verano de 1997, salvó al equipo de la desaparición; ni lo que puede aportar, por ejemplo, en la temporada que viene. Le dijeron que dimitiera, que se fuera a Mestalla, que no sentía los colores, que capitaneaba una directiva sin ideas... El presidente del Castellón tardó en salir del interior de los vestuarios del Castellón, departiendo con sus consejeros y despidiéndose de muchos de los futbolistas que no van a continuar. No quiso hablar. "Estoy afónico", se disculpó.

Lo peor le esperaba a la salida. Como la semana anterior en el Ramón Sánchez Pizjuán, fue valiente y no esperó a que se disolviera la manifestación. Fuera, en la calle, le esperaban medio centenar de aficionados que volvieron a reproducir los cánticos, los gritos y hasta alguno de los insultos que ya aquél ya había escuchado durante el partido. Fuertemente custodiados por fueras de seguridad, tanto pública como privada, el episodio no fue a más.

PASAR PÁGINA

Aunque la temporada acaba el miércoles, el Castellón pasará página hoy. Todos aquellos que acaban contrato, deben pasar durante esta mañana para conocer las intenciones del club. Los Xavi Gracia, Palacios, Ollés, Juanjo, Mora... no continuarán. Y tampoco parece que el futuro de Marcos, que pende de un hilo, pase por el Castellón. Hay veces que, cuando uno habla, no importa lo que uno dice, sino cómo lo dice y lo que no dice. Y las palabras y los gestos del gandiense sonaban a despedida. Todos ellos fueron despedidos con más aplausos que pitos.

Y Oltra, ¿qué? Su futuro sigue siendo un misterio. Ayer, se despedía de los periodistas con un "si no hablamos más, que paseis un buen verano". El entrenador valenciano volvió ayer, a menudo, a escuchar aquello de "Oltra, quédate". Por si acaso, varios aficionados se afanaron para hacerse una fotografía con él, por si era el último encuentro con el Castellón.

Pero el momento más emotivo llegó con la salida al terreno de juego de Miguel. La afición recompensó al gallego, que no cuenta pese a tener una temporada más de contrato, con un aplauso, después de tres años en los que habrá estado mejor o peor, pero en los que ha demostrado su profesionalidad y su implicación con el equipo al que pertenecía. Sin él, el Castellón pierde a un jugador de club, de esos necesarios para alcanzar los éxitos marcados.