Los días pasan y el traspaso de Dealbert sigue sin cerrarse. Ahora, la pelota está en el tejado del Alavés, que debe estudiar la contraoferta del Castellón, después de que los poco más de 240.000 euros que el club vitoriano pusiera sobre la mesa, no satisfaga a la entidad de La Plana. Y, mientras tanto, el central sigue siendo albinegro a todos los efectos (por ello jugó contra el Hércules, estuvo ayer en la foto oficial...).

Las diferencias no están centradas solamente en el montante global de la operación. El Castellón quiere tratar de estirar la cifra hasta la redonda de los 300.000 euros (50 millones de pesetas), aunque también quiere ingresar más euros en un futuro, al tiempo que la carrera deportiva de Dealbert progresa. Así, el club albinegro quiere incluir en el contrato que el futbolista suscriba con el Alavés hasta el 30 de junio del 2008 diversas cláusulas, como un dinero extra si el canterano disputa un número determinado de partidos en Primera División e, incluso, en el caso de que el jugador alcance la selección absoluta --como hizo hace ya años con el Valencia al traspasar a Mendieta--.

OTROS IMPEDIMENTOS El problema es que Dmitry Piterman también juega al enredo en otro tipo de aspectos del traspaso. No sólo pone trabas a la salida de Eneko Romo --cuyo futuro, como ocurre con Kiko, está cada vez más cerca de Vitoria y más lejos de Castellón, al menos hasta el 30 de junio--, sino que dificulta la viabilidad de la operación desde el punto de vista económico. Por un lado, no está dispuesto a presentar un aval por la cantidad estipulada y, por otro, quiere pagar hasta en cinco años.

No obstante, el consejo de administración del Castellón tratará hoy la oferta del Alavés, en lo que debiera ser un nuevo paso hacia el traspaso. El club no desea cortar las alas a Dealbert, pero tampoco quiere malvenderlo a cualquier precio.