Marcos Estruch, saliendo desde el banquillo y que, incluso, la semana anterior se había quedado sin jugar contra el Hércules, marcó uno de esos goles que tanto valen, ya que, para bien o para mal, los equipos van a convivir con este resultado durante nada más y nada menos que el parón más grande que se recuerda. Así lo atestiguaba él: "Son tres puntos que nos permiten irnos de vacaciones con tranquilidad".

Y es que Marcos es consciente de que el Castellón debe nadar a contracorriente, con el fin de ir "rebajando puntos" en relación a los cuatro primeros. De esta forma, el conjunto albinegro afrontará la penúltima jornada de la primera vuelta, el 9 de enero, en séptima posición con 25 puntos, a cuatro del cuarto clasificado.

En lo que no hacía tan buena cara era en lo concerniente a la crítica de la grada. Como ya ha sucedido en más de una ocasión esta temporada, el ariete gandiense mostró su desacuerdo por este tipo de censura. "A veces, los pitos del público no se entienden: si jugamos al patadón, porque jugamos al patadón; y si intentamos tocar, igual", decía con contrariedad.

ANÁLISIS DEL PARTIDO Para Marcos, el Castellón no ofreció un pobre espectáculo futbolístico. "En la primera parte, el equipo ha tocado y el juego no ha sido malo", opinó. "Lo que la gente debe entender es que esto es la Segunda B y que los equipos que nos visitan, vienen a encerrarse", agregó.

En relación al gol, destacó el "pase perfecto" de Héctor, que le permitió conseguir su primer tanto de la temporada con el pie, después de los cuatro que llevaba conseguidos con la cabeza.