Era el portero titular de uno de los mejores equipos de Plata, firmó el contrato de su vida con uno de los conjuntos emergentes en España, jugó contra el Interviú, el actual campeón de Europa, todo le sonreía. Pero este día, todo cambió... Desde que Luisma Haro se lesionó contra los verdes "no han parado de empeorar las cosas". El Benicarló cuenta en la actualidad con cuatro porteros y él es "el cuarto".

La llegada de Carlos Óscar, de Marciano Bortolotto y por último del internacional portugués Toni, han hecho que el salmantino se plantee la actual temporada "con otra mirada".

Sin embargo, pese a esta situación "surrealista", el guardameta espera su oportunidad: "Cada día me levanto y pienso que tengo que demostrar lo que valgo, pero es complicado seguir siendo optimista". De todas formas, aún le queda tiempo para ironizar: "Como esto siga así, dentro de poco vamos a jugar un partidillo entre porteros y jugadores".

FUTURO INCIERTO Con estos precedentes, Luisma es consciente de que aunque le reste otra temporada le será difícil seguir: "Me han demostrado que no cuentan conmigo". Además, el portero tiene "28 años y unas ganas locas por jugar".

A la hora de valorar a la competencia, no se le caen los anillos en elogiar a sus compañeros: "Marciano es el típico buen portero brasileño, Carlos Óscar mete una tensión inmensa a todo el equipo durante los 40 minutos y en lo poco que he visto de Toni, creo que apunta maneras".

EL OBJETIVO SE LOGRARÁ Para Luisma Haro, lo cortés no quita lo valiente y cree que "la permanencia se conseguirá seguro, porque hay equipo para eso y más". El portero ve "un grupo compacto, ilusionado e involucrado con la causa", porque confiesa que en Benicarló todos navegan "en el mismo barco".

En resumen, "la esperanza es lo último que se pierde" y Luisma confía en que aún no ha dicho "la última palabra" en el Baix Maestrat. La suerte, por el momento, le ha dado la espalda desde que llegó, pero va "a seguir trabajando con la misma ilusión que el primer día".