Hay tarjetas de visita en las que difícilmente caben todos los cargos. Una de ellas debe ser la de Emilio Butragueño. En menos de un año, el exjugador del Madrid ha tenido que rectificar la suya en tres ocasiones. En ese tiempo, El Buitre ha acumulado tres puestos diferentes en la junta directiva: director general deportivo, vicepresidente y vocal.

El 6 de octubre del 2004, Florentino Pérez decidió nombrar a Butragueño director general deportivo, en sustitución de Jorge Valdano, que se había marchado del club tres meses antes, justo cuando Pérez presentó su candidatura a las elecciones del 11 de julio. Antes de decidirse, el mandatario blanco había deshojado un buen número de posibles aspirantes a ese cargo.

Poco más de dos meses después de estrenar su cargo, el 21 de diciembre, en plena tormenta de malos resultados que desencadenaron en la llegada de Sacchi, primero, y de Luxemburgo, después, Pérez nombró vicepresidente a Butragueño. "El heredero de Florentino", titularon entonces varios diarios. Algo parecido piensa Pérez, que en la última asamblea de socios entreabrió las puertas. "Hoy no soy tan importante como hace cinco años", dijo en su discurso ante los compromisarios. Uno de estos le respondió con vehemencia: "No aceptaremos su dimisión antes de acabar esta legislatura. Tampoco en la siguiente, porque usted está obligado a rematar la jugada".

Ahora, en la memoria del club, el exjugador figura como cuarto vicepresidente, por detrás de Fernández Tapias, Juan Abelló y Luis del Rivero. No sería extraño que adelantara algún puesto tras las críticas de varios socios en la asamblea del pasado 2 de octubre hacia Abelló por sus ausencias en el cónclave anual con los compromisarios.

En esa cita con los socios se trató el nombramiento de Butragueño como vocal. Se aprobó con 731 votos a favor, 34 en contra y 44 abstenciones. Mucho mejor le fue al Buitre en esa asamblea que en la de hace dos años, cuando varios socios se quejaron de su poca locuacidad.

Elogios a Florentino

La posterior intervención de varios compromisarios glosando la figura de El Buitre provocó un aplauso casi generalizado. En ninguno de los dos casos lo pasó bien Butragueño, poco acostumbrado al protagonismo. No tuvo más remedio que asumirlo en sus apariciones ante la prensa o en los discursos. En uno de ellos se le escapó aquello de que Florentino Pérez "es un ser superior". En la presentación de la nueva ciudad deportiva, el mandatario blanco debió echarse a temblar cuando Butragueño, maestro de ceremonias, presentó a su jefe: "Os dejo con el verdadero creador e impulsor de esta realidad".

Y ahí sigue Butragueño, día a día, en el club, a donde se lleva su comida en una fiambrera.