Si en Castellón el debate en torno al equipo se centra en su nula eficacia ofensiva y en sus tres solitarios goles en lo que va de Liga, en el seno del Eibar, próximo rival albinegro, la asignatura pendiente es su coladero defensivo. Las carencias del equipo eibarrés en la línea de contención le han situado en la zona baja de la tabla en Segunda División A, en un codo a codo con los albinegros por evitar la última plaza.

Si el equipo de Martín-Delgado se caracteriza por no hacerle un tanto a casi nadie, los de Carlos Terrazas reciben goles en todos los partidos, algo que se paga caro en una categoría en la que el orden defensivo es clave para acabar en puestos destacados de la clasificación. De ahí que el Eibar ya no consiga asustar a sus rivales como hacía la pasada temporada, cuando estuvo luchando hasta el final por el ascenso a Primera.

El Eibar, otrora equipo duro de batir, ha perdido esa solidez en la línea de contención y ha visto superado su portería en cada una de las ocho jornadas de Liga disputadas. Tan sólo el C. D. Tenerife registra unos datos similares, aunque los canarios compensan esas carencias en la zaga con una mayor capacidad ofensiva.

PÉRDIDA DE EFECTIVOS El desmantelamiento que sufrió el equipo el pasado verano podría explicar la situación actual. Carlos Terrazas, con un equipo prácticamente nuevo, está buscando la fórmula para instaurar cierto equilibrio en el juego y, hasta el momento, no lo ha encontrado.

En Ipurua, el Eibar ha encajado una media de casi dos goles por partido. Cayeron ante el Elche (1-2) y el Real Madrid-Castilla (1-3), empataron con el Albacete (1-1) y su única victoria llegó frente al Recreativo de Huelva, al que doblegaron por 2-1.

Así, el Castellón se va a encontrar con un rival que ya no justifica su condición de sólido como local, pues Ipurua ha dejado de ser ese fortín que tanto temían los equipos que se desplazaban a ese coqueto escenario.

De todas formas, la artillería del Castellón tampoco está para tirar cohetes y la prueba está en sus preocupantes estadísticas, pues marca un gol cada 240 minutos. El equipo albinegro es consciente de que para salir de la cola de la clasificación hay que mejorar considerablemente en el capítulo realizador y Eibar es, hoy por hoy, uno de los escenarios más indicados para cambiar la dinámica cara a puerta.