Había superado varios obstáculos y ya atisbaba la meta. José María, Tati, Buljubasich (Santa Fe, 1971) tenía ayer la oportunidad de colocarse en el podio de los porteros menos goleados de la historia. No lo logró. El meta del Universidad Católica de Chile encajó su primer tanto tras 1.352 minutos (22,5 horas) de supervivencia. El bloque de Jorge Pellicer ganó al Everton de Viña (1-2) con un gran partido del argentino, pero un penalti marcado por Renato Ramos cerró la cuarta mejor racha de la lista mundial.

Los pasos de Buljubasich hacia el récord se habían seguido con expectación en Chile. La cifra del exportero del Tenerife, Lleida y Oviedo era genial y tenía en el horizonte al brasileño Geraldo Pereira, conocido como Mazoropi (Vasco da Gama), que cerró con llave durante 1.816 minutos entre 1977 y 1978. El egipcio El-Batal, que aguantó 1.486 minutos, y el belga Dany Verlinden (1.390) completan el podio.

Aunque la FIFA da oficialidad a estos registros de la IFFHS (Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol), existen dudas razonables sobre la validez de la marca del brasileño y del egipcio. Los expertos dan más credibilidad a la cifra de Verlinden, el guardameta del Brujas que echó el cerrojo en su puerta hace 15 años. Buljubasich se quedó a 38 minutos del belga.

Tati puso el candado hace cinco meses, cuando encajó un gol en el minuto 27 del último partido del Torneo de Apertura. Hasta ayer, había completado los 14 choques del Clausura con matrícula, pero en el 15° acabó una racha que le llevó a superar a Abel Resino, que estuvo 1.275 minutos imbatido en el Atlético de Madrid (entre 1990 y 1991).

Buljubasich decidió colgar las botas en el 2002, tras jugar en el River, para dedicarse a la representación de jugadores. Nueve meses después, su familia le convenció para volver. Ahora, triunfa en el Universidad Católica, que comanda el Clausura.