Si el Chelsea siempre es un rival difícil de por sí, mucho más lo parece si se tienen en cuenta sus últimos resultados. El equipo de José Mourinho marcha como un cañón en la Premier y en la Champions. Bastan un par de datos: no pierde desde el pasado 23 de agosto, cuando el Middlesbrough le superó por 2-1, y ha ganado sus cuatro últimos partidos fuera de casa, sin encajar ni un gol. El Bar§a tendrá que sudar para batir mañana al campeón inglés, que está en un gran estado de forma. El bloque londinense aterrizó ayer por la tarde en Barcelona y, a diferencia de otras ocasiones, apenas despertó expectación. En la expedición se encuentran Drogba y Shevchenko, aunque ambos arrastran molestias. El delantero marfileño sufre una lesión en el pie y ya fue sustituido por precaución en el partido del sábado ante el Sheffield United (0-2), mientras que el ariete ucraniano se está recuperando de un tirón muscular en la pierna derecha. Lampard y Ballack fueron los autores de los goles de la última victoria del Chelsea en un encuentro en el que el meta Hilario detuvo un penalti. El guardameta portugués, que ocupa el puesto del lesionado Cech, está mostrando un notable nivel y mantendrá la titularidad pese a la recuperación de Cudicini.