Llevaba dos años y medio sin dirigir a un vestuario, pero Osman Bendezu sigue teniendo muchas órdenes que dar. Desde que abandonó el Castellón en la temporada 96-97, no ha vuelto a dirigir a un equipo profesional, pero se resiste al abandono definitivo de los banquillos.

El actual entrenador del Benicasim en Preferente, alardea de no sentir nostalgia de tiempos pasados cuando entrenó al Villarreal, e incluso al Castellón en Primera División: "Aún me siento entrenador y en vez de tener nostalgia del profesionalismo, lo que siento es alegría por dirigir a un grupo de jóvenes con grandes cualidades humanas".

El entrenador peruano afronta su segunda etapa en el banquillo rojiblanco, y lo hace con la misma ilusión que antaño: "Siempre soy el primero en llegar. En estas categorías te dedicas al fútbol por ilusión más que por otra cosa".

Grandes recuerdos

De su época como profesional, Osman tiene claros sus mejores recuerdos: "Los cuartos de final de la Copa del Rey que alcancé con el Villarreal en la campaña 91/92 fueron emocionantes, pero la época en la que debuté con el Castellón en Primera se lleva la palma, puesto que nunca antes había estado a ese nivel".

Quizás la mayoría de aficionados también le recuerdan, en su etapa como albinegro, por la aplicación de la teoría de los biorritmos en el fútbol, que consiste en conocer el estado anímico y físico del jugador el día del partido a través de una operación matemática. Para saberlo se suman los días de vida del futbolista hasta el día del partido y luego se divide por 28 --días que dura un ciclo--. Con el resultado y la fecha del partido se determina si el jugador afronta el choque en los tres días negativos de cada ciclo: "Era una moda que salió en revistas deportivas e intenté aplicarlo al fútbol, pero la verdad es que no daba resultados, prueba de ello es que bajamos".

El revuelo que se produjo entonces fue notable, incluso en los aficionados. "Al principio sí que se sorprendieron un poco, pero conforme pasaron las jornadas, la gente se habituó a cualquier cosa, por especial que sea", comenta el míster.

Trotamundos del fútbol

La vida da muchas vueltas, y Osman las sigue dando por el fútbol de la provincia. Equipos como el Sant Jordi, el Vall de Uxó y el citado Benicasim ya han disfrutado de los conocimientos de este experimentado preparador. "La verdad es que el fútbol ha cambiado bien poco con respecto a los años en los que fui profesional, si acaso alguna que otra novedad táctica", analiza el experimentado técnico. Pero lo curioso es que el peruano no tenía planeado volver a sentarse en un banquillo, y menos con la temporada empezada, como lo hizo en diciembre del año pasado: "El presidente del Benicasim me conoce bien y me lo pidió como una cosa muy especial. Tras meditarlo un poco, decidí probar suerte de nuevo".

Osman observa como gran diferencia entre un club profesional y uno amateur que "en un nivel tan alto puedes pedir que te fichen jugadores, pero este año, y además llegando a la mitad, no encuentras lo que necesitas. Aún así estoy muy contento con mis jugadores". Pero ha cambiado su técnica y ha desistido de la teoría de los biorritmos.