Con Rafita, pese a que acaba de recibir el alta médica después de cinco semanas sin jugar. Incluso con Arana, cuya sobrecarga en el adductor de la pierna derecha le apartó de la sesión del miércoles y ayer solo le dejara dar unas vueltas al campo junto al preparador físico Julio Ortega. También con Oberman, que tuvo que volver a casa con una amigdalitis. Y hasta con Mario Rosas, a quien una mala caída le retiró de la dura sesión en Castalia.

Así viaja hoy mismo el Castellón rumbo a Cádiz. Pepe Murcia, como es habitual siempre que afronta un periplo de varios días, ha convocado a 19 hombres, todos los disponibles a excepción del sancionado Baigorri y de Nakor, poniéndose en forma después de tres meses lesionado.

CONFÍA EN ARANA Pese a la inactividad de los últimos dos días, Pepe Murcia confía en que Arana esté a punto contra el Cádiz.

Si no, puede echar mano de Rafita. El mallorquín se ha recuperado en un tiempo récord y, pese a no jugar desde el 20 de enero, está en disposición de reaparecer, aunque difícilmente podría aguantar 90 minutos.

Otro protagonista del día fue Oberman. Tras asistir a la sesión de vídeo que precedió al trabajo sobre el césped de Castalia, fue enviado a casa para no que no empeore de su amigdalitis.

El Cachete, pues, no participó en un trabajo de campo intenso como pocos, en el que abundaron el contacto, los piques --como el de Perico y Tabares-- e, incluso, ásperas entradas. En una de ellas, Baigorri, pese a que tocó la pelota, mandó a la lona a Mario Rosas, cuya cadera quedó maltrecha. Terminó en la banda, recibiendo atención, aunque el percance no pasó a mayores.

"Ha sido un entrenamiento con mucha intensidad", reconocía Murcia, para quien el motivo estaba en que "los 21 jugadores ya están operativos".

La expedición albinegra, que sale a las ocho de esta mañana, se pasará todo el día de hoy en la carretera para recorrer los casi 900 kilómetros que dista la capital de La Plana de la Tacita de Plata, donde entrenará mañana (11.00 horas, en la Ciudad Deportiva de El Rosal). El domingo, tras el partido, desandará el camino.