Blanca Gil tiene un palmarés brillante. Dos Ligas de Italia, dos Copas de Europa, dos Ligas de España, dos Copas de la Reina o un subcampeonato de Europa en el Europeo de Málaga así lo demuestran. La vinarocense es, posiblemente, la mejor jugadora de waterpolo del mundo. Sin embargo, su mayor éxito lo ha conseguido fuera de las piscinas: acaba de superar un cáncer de útero.

A la jugadora provincial le descubrieron el pasado verano este tumor después de un desajuste hormonal, pero tras unos meses de intenso tratamiento está "totalmente recuperada".

Ahora de nuevo ha vuelto a competir al máximo nivel en el equipo italiano del Orizzonte Catania y quiere lanzar un mensaje tranquilizador a su público y otro de ánimo a la gente que está pasando por lo que ella ha superado: "El cáncer no debe provocar el pánico, no hay que darle más importancia de la que tiene. Se puede salir con fuerza de voluntad y siendo fuerte mentalmente".

A sus 26 años, Blanca Gil, después de pasar por "un mal trago", ya está jugando al máximo nivel desde el pasado mes de octubre, cuando comenzó la Liga italiana.

Aunque la vinarocense confiesa que "lo primero es la salud" y cuando se le detectaron las células cancerígeneas en el cuello del útero fue inmediatamente intervenida, Blanca no quiere pensar más en ello. "Cada dos meses paso una revisión para comprobar que todo está bien, pero salvo por eso, hago vida normal y solo espero continuar jugando muchos años más", dijo. La jugadora quiere volver a Vinaròs este verano para estar con su gente, ya que confiesa que "amigos y familiares lo han pasado mal durante todo este tiempo, pero se tiene que mirar el futuro con optimismo".