Tuvo que verlo por la televisión para enterarse bien de lo que ocurrió en la jugada que acabó en el gol de Fernandes. El trastazo que le dio Derdiyok en la cabeza le dejó grogui y quizá eso fuera lo que le impidió reaccionar debidamente, desde el suelo, para evitar el remate final del jugador suizo, que supuso la derrota de España en su debut mundialista.

“Me acuerdo más por lo que he visto después en la tele, que por lo que viví en directo en aquel momento. El golpe que recibí, me hizo perder la memoria momentáneamente. Sé que el balón me rebotó tras la salida de Casillas y también en un contrario, quedó debajo de mí y llegó el suizo para marcar a puerta vacía”, comentó ayer el central del Barcelona, que también tuvo que ver por la pequeña pantalla lo que sucedió con la gran ocasión de que gozó en el primer tiempo, después de recortar a un defensa y quedarse solo delante del portero, que no lo tuvo muy difícil para sacar el balón.

Por otro lado, Iniesta, renqueante otra vez después del fuerte golpe recibido el lunes, volvió a entrenarse al margen del grupo ayer por la tarde, lo mismo que Sergio Ramos. H