Algo ha cambiado entre las dos escuderías más poderosas de la Fórmula 1. El tiempo en el que Ferrari y McLaren se despedazaban ante los tribunales, en la FIA o frente a los medios de comunicación, ha dado paso a una singular alianza: rivales en la pista y aliados fuera de ella. Se han convertido en enemigos íntimos que maniobran sincronizados en los despachos para asegurarse que ellos, fundamentalmente ellos, serán los protagonistas del campeonato, gane uno u otro.

Por este motivo, no van a consentir que Red Bull les robe su estatus. Quieren manejar los destinos de la F-1 desde la asociación de equipos (FOTA). Un ejemplo: McLaren ha sido el único equipo en no quejarse por el aviso dado a Felipe Massa en Hockenheim.

EN LA GP3 // Roberto Merhi también hizo ayer su debut en el Gran Premio de Hungría de GP3. Las cosas no le fueron demasiado bien y terminó en mitad del pelotón. Hoy buscará un buen puesto en la parrilla de salida y, sobre todo, en la primera carrera. H