La semana más movida, sorprendente, convulsa, histriónica, kafkiana, surrealista, rocambolesca y tantos y tantos adjetivos de este calado desemboca, para el Castellón, en Teruel. Allí se puede poner el punto y final o puede que solo sea un punto y seguido, o quedarse en un punto y aparte... Todo dependerá de los puntos que sume, desde las 17.00 horas, en el campo de La Pinilla.

Jordi Vinyals encendió la mecha con su salida de madre dialectal instantes después de encajar la más inverosímil de las derrotas. La bomba estaba a punto de explotarle en la cara cuando el consejo de administración decidió, a última hora, soplar para apagarla. Pero sigue ahí, porque la desconfianza del consejo de administración hacia el entrenador (y en dirección contraria también) no ha desaparecido. Todo sigue a expensas de que el entrenador de Cardedéu no enderece definitivamente el rumbo de la nave albinegra. Que no solo gane merecimientos, sino partidos.

El albinegrismo, Vinyals el primero, se ha agarrado a esta destitucionus interruptus como a un clavo ardiendo. “Un punto de inflexión”, ha declarado un contrito entrenador que, en realidad, más que un punto, necesita los tres en Teruel. Porque después del paripé de esta semana, una pregunta flota en el ambiente: ¿Qué pasará si el Castellón pierde y/o da una mala imagen...?

No se puede hablar del encuentro de esta tarde sin referirse a lo que ha sucedido en los últimos siete días, aunque todos tratan de aparentar una tranquilidad, artificial por otro lado porque la situación del Castellón, deportiva e institucionalmente hablando, continúa siendo delicada.

una cuestión musical // El club, consciente de que tiene que cambiar la partitura, todavía mantiene la batuta para con Vinyals. Ahora es cuestión de que éste haga los arreglos oportunos en la composición y que, de una vez por todas, los músicos, al fin y al cabo los máximos responsables de que la melodía suene bien, den con la tecla. Esto es, que sepan defender y atacar. Que pongan fin a la sangría realizadora y que materialicen alguna de las ocasiones que fabriquen.

Vinyals, que tiene a toda la orquesta a su disposición, está predispuesto a confiar en el mismo grupo de la última salida. Allí, apostó por un 4--3--3, solidificando la medular con David Lázaro, Pere Martí y Héctor Simón, dando la banda derecha a Béjar y dejando el ataque para Lolo y Luismi Loro, con uno de los dos dejándose caer por la izquierda. Porque la confianza de Vinyals en Pau, Dianga y Tahirovic no es mucha que digamos. De hecho, este último ha vuelto a quedarse fuera de la convocatoria por decisión técnica. Una muestra más de que el técnico no cuenta para casi nada con el ariete bosnio.

El delantero cedido por el Zúrich no viajará, al igual que Vicente Pascual --otro habitual de fuera de las listas--, y los canteranos Aarón y Toño, que han salido de la convocatoria con respecto al último encuentro frente al Benidorm.

Enfrente, aguarda Teruel, que tiene marcado este día como si fuera uno más de las Fiestas del Torico. Tiene motivos: es un equipo ya asentado pese a tratarse de un recién ascendido (solo perdió un partido y lleva siete sin hacerlo, en los que solo ha recibido dos goles). La risa de unos puede ser el llanto de otro u otros... H