La selección española sub-21 no desaprovechó su oportunidad de redondear un Campeonato de Europa en el que su principal reto era colarse en los JJOO de Londres del próximo año. Cumplido el reto primordial, los chavales de Luis Milla redondearon su magnífico torneo en tierras danesas con el título. Como los mayores, los chicos de la Rojita también mandan en el fútbol continental, a la espera de hacerlo el próximo verano en las Olimpiadas. Los sub-21 se coronaron en el mismo escenario donde, hace cuatro años, Aragonés definió el actual estilo del fútbol español. Fieles a esa filosofía, los de Luis Milla fueron consolidadndo su supremacía poco a poco, superando listones. Nadie había marcado a Suiza durante todo el torneo y España lo hizo. A cinco minutos para el descanso, el próximo jugador del Athletic Ander Herrera marcaba el 1-0 aprovechando en el área pequeña un perfecto servicio de Didac Vila. Era el primer revés para los centroeuropeos en toda la competición, y lo acusaron hasta prácticamente el final. Suiza no reaccionó hasta el último cuarto de hora, en el que se deshizo como pudo del perfecto rondo español para dar un par de sustos en un cabezazo de Klose y un disparo desde la frontal de Kasami. Pero no esperaban el mazazo final de España. Faltaba la guinda al título, la genialidad. Y no podía ser otro. Thiago enterró las opciones suizas con el golazo de la Eurocopa sub-21, con un golpeo de falta directa que sorprendió, por lo inesperado, al guardameta Sommer. La euforia se desató en el banquillo de Luis Milla. Ya estaba hecho. Solo hacía falta dejar correr el tiempo. España ha hecho de su estilo una garantía. RAÜL BADENES