Menos glamur, pero más espectáculo que nunca en el circuito urbano de Valencia. Por el paddock no se dejaron ver muchos rostros vips, y en eso la cita perdió caché respecto a anteriores ediciones, pero los amantes de la Fórmula 1 disfrutaron con la mejor carrera de la temporada y una de las más excitantes de la historia de este deporte. La luz de los focos se la llevó toda Fernando Alonso, uno de los grandes genios del automovilismo de todos los tiempos. En la zona Vip solo brillaron exfutbolistas conocidos como Amedeo Carboni y el siempre alegre y atento a los cazafotos Roberto Carlos. Uno de los ilustres del papel couché Gonzalo Miró acudió acompañado de su última conquista, igual que el actor Mario Casas, quien despertó los suspiros de las adolescentes. El vip más ilustre fue Eric Clapton, guitarrista, compositor y cantante de rock, uno de los grandes de la música.

La organización rozó la perfección y fue elogiada por los habituales en todas las citas del Mundial. Nunca Valencia tendrá tanta resonancia mediática como la que disfrutó ayer. Al margen de la belleza del entorno de la prueba, con la luminosidad que exporta el cielo mediterráneo en un día de postal de esos que hacen que alemanes e ingleses nos envidien, la carrera enganchó desde el primer rugido de motor. El termómetro apretó siempre estuvo por encima de los 30 grados. Alberto Fabra, quien asistió por primera vez a la carrera como presidente de la Generalitat, empezó la mañana con ropa informal, aunque luego tuvo que cambiarse y ponerse el traje y la corbata para la entrega del trofeo a Fernando Alonso. Con buen pie empezó el exalcalde de Castellón en la Fórmula 1.

HUBO DE TODO // La mañana empezó con una manifestación en la avenida del Puerto, por donde se accede al circuito urbano, en contra del gran desembolso que supone la F-1 en tiempos de crisis y recortes. Lo cierto es que el rumrum al término de la carrera, con el buen sabor aún del triunfo y la exhibición de Alonso, era que posiblemente Valencia viviera su último Gran Premio. Y eso que Bernie Eclestone no paró de felicitar a Alberto Fabra y a Rita Barberá por la perfecta organización y por cómo se había volcado Valencia con la cita. Seguro que otro castellonense como Gonzalo Gobert, director del circuito de Cheste y de Valmor Sport, tuvo mucho que ver en los parabienes recibidos.

En el paddock, al piloto de Benicàssim Roberto Merhi le brillaban los ojos de admiración hacia Fernando Alonso: “Que carrerón. De lo mejor que he visto nunca”. El benicense se movía como pez en el agua por el paddock de McLaren. De lo que no quiso manifestarse Teto es si se alegró o no del tropezón de última hora de Hamilton. En el circo de la Fórmula 1 se respeta mucho al benicense al que se ve en un futuro muy próximo a los mandos de un F-1. La marea roja de la grada si que no ocultó su alegría cuando el inglés tuvo que retirarse por el percance con Maldonado. Eso sí, nada que ver con la ovación que se llevó el piloto asturiano. España exporta el mejor fútbol del mundo, pero desde ayer también el mejor espectáculo de la Fórmula Uno. H