Correr un maratón supone un esfuerzo titánico para aquellos atletas no iniciados y consolidados amateurs. La preparación comienza tres meses antes y el cuerpo llega extenuado a la fecha clave, y es precisamente cuando más se acerca el día en cuestión en el que entra en juego el llamado miedo escénico a no terminar los 42,195 kilómetros.

El 9 de diciembre tendrá lugar el III Maratón Internacional Ciudad de Castellón, una prueba que para esta edición llega apadrinada por Martín Fiz, excampeón del mundo y de Europa y que tomará parte de la cita con la intención de batir la mejor marca mundial del año en veteranos, de entre 45 y 50 años, bajando de las 2.30 horas.

“En los últimos días he experimentado una gran mejoría. Y no escondo que voy a intentar estar en un segundo vagón entre los aspirantes al triunfo final, independientemente de mejorar la marca en veteranos”, explica.

CON HAMBRE DE CORRER // Fiz atendió ayer la llamada de Mediterráneo, en la que no dudó en aportar su experiencia en maratones y aconsejar a aquellos lectores que el día 9 vayan a vestirse de corto. “Falta poco más de una semana y el entrenamiento está hecho. Ahora hay que pelear contra la psicología de uno mismo. En un maratón solo compites contra ti mismo”, explica.

“Hay que entrenar muy poco ya, alimentarse a base de hidratos de carbono y sales minerales e intentar llegar descansado”, reconoce. Además, Fiz aconseja estar preparado para el “fatídico kilómetro 30”. “Hay que afrontarlo con hambre de correr y ser fuerte mentalmente. Es ahora cuando aflora el miedo escénico, pero hay que confiar en la preparación de cada uno”, finaliza. H