Manu da un ‘paso atrás’ para asumir el rol de mediocentro

Manu Trigueros tiene asumido que su progresión en el actual Villarreal pasa por dar un paso atrás. Un paso atrás posicional, se entiende. Después de pasar casi toda la temporada jugando en las bandas ofensivas de la medular o como hombre más avanzado del trivote utilizado por Julio Velázquez en varias fases de la primera vuelta, Marcelino tiene claro que el papel del canterano, uno de los jugadores con más proyección de la actual plantilla, puede estar en su pareja habitual de mediocentros, una plaza que cuenta con Bruno como fijo y con Senna, en la que el técnico ha recuperado a Canteros y en la que ha perdido a Javier Farinós para esta recta final de Liga.

Curiosamente, esta es también la posición en la que Manu Trigueros ha tenido menos protagonismo en esta su primera temporada con el primer equipo amarillo, pero no queda otra, renovarse o morir. Marcelino tardó tres encuentros en comprobar que Manu Trigueros estaba destinado a dar un giro en su habitual rol en el equipo. La etapa del técnico comenzó con tres partidos del toledano en la banda izquierda. Después, Trigueros desapareció del once. El buen estado de forma de Farinós y la eclosión de Canteros le cerraban el paso a una plaza en la que Marcelino reconocía que “es un jugador que nos puede dar algo diferente al resto, más llegada”, un aspecto certificado en la última aparición del jugador ante el Murcia, marcando el gol que salvó un punto en la Nueva Condomina.

LA OPORTUNIDAD // “El míster quiere a gente más rápida en las bandas, y yo soy más de tocar, así que me encuentro más cómodo en el centro al tener más gente con la que poder asociarme”, destaca Trigueros, que ahora, sin Farinós y con Marcos Senna entre algodones, tiene su ocasión. “He entrenado igual, con la misma ilusión y la misma intensidad, mientras no jugaba. Nunca he puesto malas caras”, dice Manu, pensando ya en poder ser protagonista principal del esperado ascenso. “Cada punto que queda va a ser vital”, afirma.