Vaya derbi! Villarreal C y Castellón llevaron la taquicardia al público de la Ciudad Deportiva de Miralcamp con un empate a tumba abierta, con los dos fallando una oportunuidad tras otra, sobre todo en un frenesí final, en el que cualquiera pudo llevarse la victoria. Pero como ninguno de los dos equipos está bien, el desenlace respondió fielmente a lo que están siendo sus trayectorias en el incipiente campeonato.

El Castellón dejó la fase de tanteo, entre dos conjuntos muy parejos en su forma de entender este juego, en poco más de dos minutos. Casualidad o no, fue a encontrarse con el 0-1 en circunstancias similares a las de siete días atrás, solo que esta vez el desplazamiento largo nació en Rafa Gimeno, beneficiado por el error de Dan. La definición de Adolfo hizo inútil la estirada de Cebriá, que poco después tuvo que esforzarse para que no se le colara un centro del de Guadassuar.

Contestó el filial amarillo con una combinación entre Javi Jiménez, Javi García y Mario, la que más peligro creó en la primera parte, pero lo cierto es que el 0-2 merodeó más que el empate. Néstor y Adolfo, que ayer tuvieron una nítida conexión, se bastaban y se sobraban para traer de cabeza a la defensa local, tierna a menudo, pero tanto el grauero como el valenciano fallaron en el remate con todo a favor, éste por partida doble en los minutos 40 y 43.

PREOCUPACIÓN DOBLE // No se sabe quien debió marcharse más preocupado al descanso, si el Villarreal C por su escasa profundidad (todavía no había marcado en esta temporada) o si el Castellón, por si le rondaban los fantasmas que le acompañan hasta ahora, en forma de no saber cerrar los encuentros, cuando, por cuarta jornada consecutiva, se veía por delante en el marcador. Más aún cuando, en el arranque de la segunda mitad, los mismos protagonistas continuaban empeñados en no atinar.

Al final, esos fantasmas se hicieron corpóreos con el 1-1. Jugada redonda de Tito García Sanjuán, que tardó solo dos minutos en ver premiada su apuesta con dos cambios. No fue casualidad que Cristian Herrera, uno de los incorporados, dejara en evidencia a la zaga albinegra (min. 58).

final INDESCRIPTIBLE // Lo vivido en los últimos 20 minutos tiene poca explicación -o ninguna-, si no fuera por las inseguridades mostradas hasta la fecha por dos equipos llamados a estar arriba en la clasificación y que todavía no conocen la victoria. El intercambio de ocasiones -a cada cual más clara-, por los dos bandos, resulta inenarrable. Tres, cuatro y hasta cinco por bando. Increíble que no acabaran 5-5 u 7-7... Aunque el 1-1, que tanto monta, monta tanto, deja a los dos contendientes sumidos en las mismas tribulaciones que antes del derbi... H