El estadio de Mineirao estuvo cerca, muy cerca de suceder al Maracanazo en la memoria colectiva de los más de 200 millones de brasileños, pero el desacierto de Chile en los penaltis evitó la tragedia de que la anfitriona dijera adiós a su Mundial en los octavos de final.

Julio César enmendó su error de hace cuatro años en Suráfrica al convertirse en el héroe de su equipo -y de todo un país- al contener dos penaltis y dar al conjunto local su angustiosa clasificación. Después del 1-1 tras 120 minutos, el portero del Toronto detuvo los disparos de Pinilla y Alexis Sánchez. El poste, además, rechazó el postrero de Jara (nunca olvidará este día porque, además, colaboró en el gol local), para permitir el acceso a la penúltima ronda de la canarinha que, por momentos, temió por la traumática eliminación, como cuando Pinilla remató al travesaño en el 119’.

SOBRE EL ALAMBRE // Brasil caminó por el alambre durante casi todo el partido. Salvo en la primera mitad, cuando hizo valer su ritmo, al combinado de Scolari le atenazó el miedo y le faltaron recursos para doblegar a la Roja. Y eso que se adelantó con un gol a balón parado, pero un grave error de Hulk lo aprovecharon entre Vargas y Alexis Sánchez, autor del gol y de otro partidazo, aunque quedará señalado por ser uno de los tres chilenos que, luego, fallaron desde el punto fatídico (esta vez más que nunca).

Mereció la canarinha la victoria durante los 45 minutos iniciales, pero no así en la segunda, cuando quedó a merced del admirable conjunto entrenado por Sampaoli. En la prórroga, Pinilla tuvo el gol de la victoria en el último suspiro, pero se encontró con el palo. Llegaron los penaltis, en los que Bravo pero, principalmente, Julio César, hicieron bien su trabajo. En el quinto penalti, Neymar acertó y Jara se estrelló con el palo. Respiró todo un país.

En lo futbolístico, pese a los retoques de Felipao (quitó a un dubitativo Paulinho para meter a Fenandinho), Brasil continuó evidenciando las mismas virtudes y los mismos problemas que durante los tres partidos de la fase de grupos. Neymar volvió a tirar del carro amarillo, pero Chile, con la lección bien aprendida, no se anduvo con remilgos para parar al barcelonista a toda costa.

Como se esperaba, fue un encuentro áspero y bronco, con continuas protestas, como el gol anulado a Hulk (min. 54) por ayudarse con la mano para marcar.

Brasil sigue adelante por muy poco, pero no puede sacar pecho por ello, ni mucho menos. Chile cayó con la cabeza bien alta. H