Víctor Valdés vuelve al fútbol tras dos tortuosos años vividos de desgracia en desgracia. Sufrió el entonces aún portero del Barça una grave lesión en la rodilla derecha (marzo del 2014), abandonó el Camp Nou por la puerta trasera sin despedirse de nadie, se quedó sin Mundial con España, no halló equipo --su acuerdo con el Mónaco fue papel mojado-- y, al final, le abrió Van Gaal la puerta del Manchester United.

Pero se enfrentó, de nuevo, con él, jugó apenas dos partidos en Old Trafford y, ninguneado por todos, encontró refugio, al fin, en Bélgica. Se va Valdés al Standard de Lieja convertido, según el club belga, en un ejemplo para que las nuevas generaciones de porteros aprendan de “uno de los mejores del mundo”. Se va hasta junio, coincidiendo, precisamente, con el fin de su relación contractual con el United.

Tras dejar el Barça, todo empeoró para Valdés, arrastrado por esa grave lesión que condicionó todo su panorama. Y ahora, a sus 34 años, no quiere marcharse del fútbol sin enfundarse, de nuevo, los guantes. Siente la necesidad de volver a ser portero y no le ha importado irse a Bélgica, al Standar de Lieja, un club menor de la liga belga, lejos de la cabeza. Poco le importa eso al exportero del Barça, protagonista en la conquista de tres Champions (París-2006, Roma-2009 y Wembley-2011). H