La agenda de refuerzos del Villarreal está en constante reestructuración. El hecho de tener a un ramillete de buenos futbolistas, admirados en las principales ligas europeas, provoca que la dirección deportiva de la entidad amarilla deba tomar decisiones que en un primer momento no estaban planificadas. Ha sido el caso de Eric Bailly, un central con el que Marcelino contaba para iniciar la previa de la Champions, a finales de agosto, y al que no se ha podido retener dada la importantísima oferta de 40 millones de euros que puso sobre la mesa el Manchester United.

La de Bailly podría no ser la única salida no deseada de este mercado. Los 22 goles de Cédric Bakambu la pasada campaña, entre Liga, Europa League y Copa del Rey, han puesto al internacional congoleño en un lugar muy destacado del escaparate. De este mercado veraniego que está dando sus primeros pasos. Desde antes de acabar la pasada campaña, su nombre apareció ya relacionado con los próximo proyectos del Barcelona --su secretario técnico, el examarillo Robert Fernández, ha sido uno de los fijos en la tribuna del Madrigal esta pasada temporada-- o el Atlético de Madrid. Incluso los yuanes chinos han aparecido en este premercado. Ante tal tesitura, no es extraño que Cédric Bakambu no pueda asegurar al cien por cien que seguirá vestido de amarillo cuando pasen las vacaciones.

FUTURO EN EL AIRE // “Hoy estoy en el Villarreal; más adelante ya se verá”, señala enigmático el delantero en una entrevista concedida a Onze Mondial cuando se le recuerda que está en la órbita de clubs tan importantes como el Barça. “Está claro que halaga que equipos como el Barça se fijen en uno, pero hay que mantener la cabeza sobre los hombros. Vengo de una buena temporada y ahora hay que confirmar ese buen trabajo, y en eso me voy a centrar”, apunta un Bakambu que disfruta de sus vacaciones y que por el momento prefiere centrarse en el objetivo de “jugar la Champions con el Villarreal”. “No quiero pensar en otra cosa”, recalca.

Quedarse y ayudar a su equipo a disputar la Champions sería la mejor manera de agradecer al Villarreal su apuesta por él. “Cuando fiché por el Bursaspor [en verano del 2014] muchos me dieron por enterrado, pero eso me motivó para hacerme más fuerte. Hoy estoy en el Villarreal y soy feliz; no todos los jugadores que se van al fútbol turco pueden recalar después en España”, comenta Bakambu, que también culpabiliza de su eclosión en una de las ligas top del Viejo Continente a Marcelino, “un técnico muy cercano”. “Tener un entrenador así ayuda. Tiene buena comunicación con el futbolista y me ha dado confianza durante toda la temporada”. Veremos si la relación sigue o Bakambu se convierte en otro sonado traspaso para las arcas del Submarino. H