El ‘ropero’ del Villarreal

El regreso tras el tercer parón de la Liga siempre suele ser el más exigente para los equipos en competiciones continentales. El descanso va seguido de un maratón de siete encuentros —uno cada tres o cuatro días— que no solo se puede pagar en la competición doméstica, sino que puede dar al traste con las otras dos opciones de título si las cosas se tuercen. Para el Villarreal no es una excepción, y el próximo mes dictará si los de Escribá aguantan el tirón en las primeras plazas de Primera, se subsanan los errores en la Europa League y la Copa sigue siendo una ilusión de llegar lejos en un gran torneo o se transforma, como ha sucedido en un pasado no tan lejano, en una pesadilla.

Será el momento de comprobar si el fondo de armario es tan amplio como parece y si los jugadores que no forman parte del círculo de confianza del entrenador en la Liga dan un paso adelante para dar razón a los que, como el propio Escribá, sostienen que en el actual Villarreal no cabe la diferencia entre titulares y suplentes.

De momento, las rotaciones han transmitido más dudas que esperanzas en Europa, donde el Submarino tiene por delante dos partidos —el primero con tintes de final en Zúrich— con la obligación de ganar para que no se compliquen los dieciseisavos e, incluso, se puedan mantener las opciones de llegar al próximo sorteo de la Europa League como primeros de grupo. Y todo ello sin descuidar la Liga y una Copa en la que, si los sorteos acompañan, se puede soñar con hacer historia. H