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mis historias

TAU: cerebro, trabajo y afición

El Amics del Bàsquet Castelló, ahora TAU, siempre ha sido un club que ha tenido que tirar de ingeniería de mercado a la hora de confeccionar sus plantillas, ya que presupuestariamente está en inferioridad de condiciones al resto.

Toni Ten siempre me comenta que son un club resucita jugadores, ya que la mayoría de baloncestistas con cartel que terminan recalando en el TAU suele ser porque vienen de realizar un año anterior discreto y quieren revitalizarse, o sufren una lesión grave y ultiman su recuperación, como el caso del exACB Juanjo García, o son jugadores que en sus anteriores clubs no ocupaban un rol protagonista, papel que sí que les puede otorgar el Amics.

Me preguntaban en la grada el viernes, en el duelo ante el Palencia, mis compañeros del Komando Karagol Jesús y Udo, incondicionales en el Ciutat, que «¿por qué no podía tener el TAU en su roster a exACB como el estadounidense Lamont Barnes, Urko Otegi, Sergi Pino, el serbio Cvetinovic y en especial a Jordi Grimau?».

Dudé en responder, pero porque la realidad me parece muy dura: «Porque cobran el triple en Palencia de lo que les ofrecerían aquí». Es lo que hay. Provincias como Palencia, Ourense, Cáceres, Melilla, Lleida o La Rioja no tienen apenas deporte en élite y las subvenciones y patrocinios recalan en el baloncesto. En Castellón hay mucho pastel que repartir... pero el TAU planta cara y gana a equipos con el doble de presupuesto a base de cerebro, trabajo y, además, afición.

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