jlizarraga@epmediterraneo.com

@josellizarraga

Jordi Bruixola tiene el escaparate de la tienda hecho unos zorros. Ha realizado una gran campaña de márketing, a la altura de los grandes clubs de LaLiga, logrando que cale en la gente el sentimiento y la responsabilidad de ayudar al CD Castellón que había estado siempre dentro del corazón de miles de albinegros pero que ahora ha despertado con una fuerza descomunal ante la nitidez de los inputs que se han ido enviando al aficionado. Funciona el club en esa parecela como un Primera, con solo cuatro iphones grabando vídeos y fotos y la imaginación de Pepe Mascarell, además del empuje de un buen relaciones públicas como Bruixola. Perfecto su trabajo.

Han conseguido situar la empresa (CD Castellón) en la sociedad, han lavado su imagen y le han puesto miles de clientes deseosos de comprar todo lo que lleve su marca, con un valor que es incalculable en la bolsa sentimental del albinegro.

Sí, pero el escaparate de un club es su equipo de fútbol y para esa labor ha elegido a Frank Castelló, un buen hombre pero un tanto desfasado en sus métodos.

Su elección podría ser hasta defendible, pero el criterio empleado para su regreso no cuenta con argumentos sólidos. No es un secreto, porque los actuales dirigentes no han dudado en reconocer que la existencia de una deuda con el técnico de la época de Cruz pesó en su nombramiento, así como su conocimiento de la categoría -entrenador y secretario técnico a la vez- ante la inexistencia de planificación alguna de antes.

14 partidos ya deberían dar para conocer estilo e identidad del equipo. Ambas siguen en paradero desconocido.

UNA BUENA COLUMNA VERTEBRAL

Puede que no sea solo cuestión de dirección técnica, aunque la plantilla posee una buena columna vertebral con Zagala, Dealbert, Enrique, Ximo Forner, Marenyá y Cubillas, que a cualquier técnico le gustaría tener a sus órdenes en Tercera, sin nombrar a otros futbolistas importantes.

El Castellón, desgraciadamente, no juega a nada. Hasta los propios jugadores son conscientes de que no existe un patrón de trabajo táctico a la altura del club e, insisto, en que es posible que falten también algunos refuerzos. Puede ser.

Las dudas en el club con la figura del entrenador vienen desde hace mucho tiempo. Es cierto que el dinero es un motivo para ser responsable con su destitución, más en la situación económica en que se halla de la entidad. Pero lo es más, que todo lo que se hecho bien, que es mucho hasta la fecha no sirve de nada, si el primer equipo no gana. Hoy es quinto pero pasan las jornadas y la imagen no es buena.

¿SOLUCIÓN EN LA CASA?

Bruixola lleva tiempo meditando la fórmula del técnico de la casa. Fernando Campos (juvenil A) posee experiencia en Tercera División, preparación suficiente y conoce el club y el entorno. Y más de lo mismo con Sergi Escobar (Amateur). No tomar decisiones es igual de malo como tomarlas incorrectamente. ¿Se puede permitir el Castellón otro año en Tercera? La respuesta se la dejo a ustedes.

LA MARGARITA DE BRUIXOLA

Bruixola debe poner guapo el escaparate porque ayer tenía delante de la tienda más de 10.000 personas. Todavía hay tiempo de sobra para cumplir los objetivos. A Frank Castelló le han superado los acontecimientos. Bruixola deshoja la margarita: Castelló, sí, Castelló no, y está en peligro de quedarse sin su flor... se acaban los pétalos y él continúa con sus dudas. Es su primera e importante gran decisión. Y no asumirla es un gravísimo error.

El dilema debe ser subir sí o sí. No hay otro porque los milagros del márketing no saldrán siempre al rescate. Del márketing hay que pasar a la acción. PPO.