La Escuela de Ajedrez Castellón se fundó hace una década con un objetivo: promover el aprendizaje y la práctica del ajedrez entre toda la sociedad, sin distinciones, como forma de entretenimiento, evolución y superación personal. Quien mejor lo ejemplifica es uno de sus miembros, José Manuel Martínez Torres (12 de diciembre de 1972, Vila-real), quien padece una severa discapacidad visual y auditiva, lo que no le ha impedido disfrutar del ajedrez y ejercitar a través del mismo múltiples capacidades mentales y sociales, como la concentración, la memoria o la creatividad.

José Manuel forma parte de la Escuela Ajedrez Castellón desde sus inicios y el pasado 10 de noviembre, con motivo de la XXVI Fiesta Homenaje al Deporte Base en Castellón, celebrada en el Teatre del Raval, recibió un homenaje como reconocimiento a la promoción de los valores humanos asociados a la práctica deportiva y se pasó un vídeo sobre su experiencia deportiva.

A pesar de las dificultades que tiene que superar cada día, José Manuel siempre ha luchado por cumplir lo que se propone. Se ha casado y tiene dos hijos, ha trabajado los últimos 22 años como vendedor del cupón de la ONCE y vive al máximo su pasión por el ajedrez.

Recuerda que se inició en este deporte «con tan solo seis años, gracias a un tablero adaptado» con el que pudo empezar a «practicar y descubrir todos los secretos del ajedrez». En la actualidad continúa utilizando un tablero especial que le permite superar su reducido campo de visión. Cuenta con unas casillas con relieve y las piezas blancas acaban en punta, mientras que las negras son romas. De este modo, José Manuel toca con los dedos por arriba las piezas y sabe cuáles son, y por el relieve de las casillas también sabe dónde están las piezas. Gracias al tablero, pero sobre todo a su inteligencia, participa en todo tipo de torneos oficiales, tanto campeonatos provinciales como interclubs por equipos y otros de partidas lentas a muy buen nivel. A finales de noviembre, precisamente, ganó el Torneo Santa Lucía que organiza la ONCE en València.

Quienes le conocen destacan su incesante sed de saber y de nuevos conocimientos, que le lleva a participar en cuantos cursos puede para mejorar. Su discapacidad no le impide desplazarse a muchas poblaciones en tren, utilizando una aplicación que le avisa de cuándo llega a su parada.

Comunicación

También utiliza un sistema de comunicación por Whatsapp, gracias a un ordenador que le traduce al braille los mensajes que recibe y envía a sus interlocutores, el cual fue de gran ayuda para realizar este artículo. Ahora, de hecho, tiene previsto iniciar unos estudios de informática con el objetivo de mejorar su forma de comunicarse con los demás.

Ahora que se ha jubilado, debido a que ha alcanzado el 85% de incapacidad y ya acumulaba 22 años trabajados, José Manuel dispone de más tiempo, por lo que aprovecha para desplazarse «con mayor asiduidad a València, donde disponen de más medios» para que jugadores de ajedrez como él puedan entrenar.

El homenaje que le brindó su club durante la XXVI Fiesta Homenaje al Deporte Base supuso para él «una gran alegría». «Me gustó mucho y estoy muy agradecido a todos por él», resalta.

El presidente del Club Escuela Ajedrez Castellón, Tino Reguera, explica que con este reconocimiento también han querido llamar la atención sobre el hecho de que «el ajedrez es una potente herramienta para la integración y la superación personal». Y por este motivo pretenden «promover su práctica entre la sociedad para que todos conozcan sus beneficios».

Concentración

Para José Manuel, el ajedrez es «un deporte que ayuda a la concentración», por lo tanto le «apasiona» y disfruta «mucho jugando». «Es mi afición y por ello voy a jugar a cualquier sitio donde se celebra un torneo».

En cada competición demuestra que su mejor cualidad como ajedrecista es que es un jugador muy luchador, nunca se rinde. Ni en el ajedrez, ni en la vida. Por ello cada uno de sus movimientos durante una partida es mucho más que una jugada para vencer al contrario: es un paso más para la integración.