Con Turín a la vuelta de la esquina, el Atlético resolvió ante el Leganés (1-0), con un tanto de Saúl, y sigue agarrado a la Liga.

En los compases iniciales el Wanda Metropolitano entró en un estado de adormecimiento general y bajo la batuta de Rodrigo Hernández, aparecieron fugaces Vitolo y Correa. Los dos destilaron su conocida calidad.

Una galopada del argentino, que concluyó con un disparo de Griezmann, un cabezazo de Kalinic tras pase de Vitolo, un zapatazo lejano de Thomas Partey y otro posterior, otra vez de Griezmann, al que respondió el ucraniano Andriy Lunin, fue todo el peligro que brindó el Atlético en el primer acto. Poca cosa.

Tampoco lo hizo el Leganés, que estaba encantado con el empate, a pesar de que sus dos puntas merodeaban el área de Oblak. Simeone decidió dar descanso a Griezmann en la segunda mitad, dio entrada a su compatriota Thomas Lemar y relegó al banquillo al joven canterano debutante Andrés Solano para que entrase en su lugar Saúl.

Y el Atlético cambió de cara. En el minuto 49, Correa fue derribado dentro del área. Penalti. Lo lanza Saúl, Lunin rechaza y el propio Saúl empuja el balón a la red. Fue un lance premonitorio. Poco después, Thomas enganchaba un zambombazo que se estrellaba en el larguero del Leganés.

El tanto fue un mazazo para los visitantes, que protestaron la decisión arbitral y se vieron obligados a cambiar su táctica conservadora. Pero el Atlético ya no les dejó. Ya había despertado algo del letargo de la primera mitad.

Apareció Lemar con otro balón al palo. Siguió Rodrigo con sus galones de mando y los de Simeone parecían tener controlada la situación. Ahora era el Leganés el que no estaba cómodo. Con Juanfran ya sobre el césped, en lugar de Kalinic, el Atlético se protegió. Dejó pasar los minutos hasta el final. No pasó apuros.

Pellegrino lo intentó con cuatro jugadores en ataque, pero no lo consiguió. El Atlético se salió con la suya. Con la ley del mínimo esfuerzo sumó tres puntos que le mantienen en la lucha por la liga. Y Turín espera el martes. En ningún momento se pudo aislar de esa circunstancia.